Protagonistas

Vöet: la pastelería donde se comen los ‘pecados sin consecuencias’

Este emprendimiento mexicano nace de la llegada de ‘crisis sobre crisis’ y ofrece una oportunidad de disfrutar placeres dulces para los diabéticos y alérgicos a diferentes alimentos. Conoce la historia de Ana Lucía Alonso y Óscar Rosas Jaimes.

2021-05-20

Por Gabriela Melara - estrategiaynegocios.net

Un emprendimiento puede iniciar con una crisis y un ejemplo de ello es el empezado por Ana Lucía Alonso y óscar Rosas Jaimes, mexicanos que, por diversas circunstancias, en 2019 perdieron sus empleos y decidieron de buenas a primeras echar a andar un negocio.

La tarea no ha sido fácil, pero aseguran que su pasión por ayudar a otros, abonado a su conocimiento científico, los ha llevado a establecer un negocio diferente, pero con muchas posibilidades de crecer y de entender al consumidor.

De interés: Emprendedor sin problemas es extraterrestre o mentiroso

Crisis = Oportunidad

Uno de mis jefes decía, cuando trabajé como bióloga, ‘si animalito que no se aclimata es el que muere’, así que apliqué esta filosofía y la pusimos en marcha.

Vöet, bizcochería virtuosa, nace en 2019, dos años después de haber iniciado con la elaboración de repostería para diabéticos y alérgicos a manera de ‘hobbie’ y como aporte a sus familias.

"Para empezar todo fue por una crisis sobre crisis. Por cambios en las políticas del país, la empresa en la que yo trabajaba se venía a quiebra y hubo recorte de personal, entonces, un día amanecí sin trabajo", comenta Ana Lucía en una entrevista con Pyme-Emprende.

Previo a esta pérdida de oportunidad laboral, "mi esposo, que trabajaba en una universidad pública- por cuestiones de presupuestos y todo- también terminó sin trabajo… Nos vimos desde junio y octubre sin empleo. Fue entonces que el 1 de noviembre (2019), festivo en México, amanecimos en un bazar, ofreciendo pasteles que habíamos desarrollado desde hace años, pero nunca la habíamos puesto a andar como negocio".

Foto: Estrategia y Negocios

Desde ese momento "nos lanzamos al precipicio. Invertimos lo de la liquidación para lanzar el negocio y empezamos en este bazar y poco a poco abrimos un negocio y también fuimos parte del mercado de la Ciudad de México. También iniciamos un conglomerado de artesanos que solo trabajan con materiales naturales y 100% orgánicos para abrir una cafetería", expresa.

Puede leer: Alejandro Argumado y su conquista del delivery en Centroamérica con Hugo App

De acuerdo con Ana Lucía, estaban por superar la primera crisis, esta de iniciar en medio de la incertidumbre, cuando se llegó la crisis generar por COVID-19, pero en ese momento fueron decididos y "dijimos queda llorar o vender pañuelos y nos pusimos a hacer pañuelos".

"La pandemia nos obligó a cerrar la cafetería, la tienda, pero nos empujó a las ventas en línea por mercados electrónicos. Ahí tuvimos un auge sobre todo porque la diabetes es un factor de riesgo para los que den positivos a COVID-19", destaca.

Un emprendimiento cimentado en la ciencia

Ana Lucía es bióloga, estuvo cuidando animales y haciendo otros estudios, entre ellos el Doctorado en biotecnología, donde se relacionó más con las enfermedades como la diabetes, lo que llaman colesterol bueno y malo.

"Me interesé esto por mi familia que tienen problemas de metabolismo, entonces, tengo una buena colección en ella y busco la manera de cómo ayudar".

Nuestra idea es ayudar y cambiar a un mundo mejor. Sabemos que "mi familia solo es el granito de arena en el inmenso mar" de las enfermedades metabólicas de México.

Además, "yo siento que tengo la necesidad de devolver, estudié en una escuela pública, entonces, para mí, es importante que el trabajo que hago llegue a la gente, salvar una vida, ayudar. Porque solo una vida salvada me da la alegría de decir que sí lo he logrado".

Con ella empezó óscar Rosas Jaimes, quien obtuvo su doctorado en Ingeniería por parte del Instituto de Ingeniería de la UNAM y ha trabajado en Modelado Matemático.

Foto: Estrategia y Negocios

VÖET bizcochería virtuosa

Para ambos, Vöet simboliza compartir amor a la humanidad a través del cuidado de la salud con bases científicas sólidas aplicadas a la salud y al paladar.

Aseguran que están en constante comunicación con los clientes y resuelven sus dudas.

"Nuestra idea es entender que a ellos hay que llegarles por el ojo, por llamar su atención, porque sabemos que toma muchos medicamentos, sabemos que es difícil llevar una vida de diabético. Ellos son discriminados y hay que entenderlos", destaca Ana Lucía.

Como emprendimiento, primero llaman su atención y decimos "Estos son pecados sin consecuencias". "Mi formación como científica me obliga a que su yo digo algo, lo debo cumplir", acota.

Los platillos que ofrecen no tienen las toneladas de azúcar, los almidones, pero tiene la textura, el sabor, el olor, entonces, "te sientes como el niño que hace la travesura. Te saca una sonrisa"

Consideramos los estados de ansiedad, la parte mental, de estas personas y le decimos a tu mente que estás probando un "pecado sin consecuencia".

Puede parecer un pastel, pero no lo es, un Vöet, tiene fibra, proteína. "Da placer, pero te quita lo que sí debes quitarle a la dieta", reflexiona.

Foto: Estrategia y Negocios