Mujeres Desafiantes

Henriette Raventós Vorst: Al cuido de la salud mental en Costa Rica

Es la Académica e investigadora de la Universidad de Costa Rica. Su especialidad es la genética humana. En esa área desarrolla sus labores en la Escuela de Biología y en el Centro de Investigaciones en Biología Celular y Molecular (Cibcm).

2018-08-23

Por eyn.net

Se graduó como médica y cirujana, luego obtuvo una maestría en Bioquímica por la Universidad de Costa Rica y un posdoctorado en Genética Humana en la Universidad de California en Berkeley. Desde 1996 dirige un grupo de investigación en el Cibcm, que busca encontrar genes de susceptibilidad para enfermedades neuropsiquiátricas como la bipolar, la esquizofrenia, la migraña y la demencia de Alzheimer.

Forma parte de la Academia Nacional de Ciencias de Costa Rica, es representante de Costa Rica en el sector mujer y ciencia de la Sociedad Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS) y acaba de ser elegida en la junta directiva de la International Society of Psychiatric Genetics (ISPG), puesto que asumirá en octubre.

El origen de su pasión por la ciencia se lo debe a su mamá extranjera y poco tradicional, que estimulaba el conocimiento, la lectura, la discusión y la rebeldía. Tuvo una infancia rodeada de libros, de animales, de riachuelos donde pescaba renacuajos y observaba la metamorfosis en frasquitos en su cuarto.

"Los retos que más frustración me producen aún es intentar hacer ciencia de primer mundo en Costa Rica, con sus trabas administrativas, procedimientos engorrosos, dificultades y costos para importar reactivos, contratar personal, permisos en cada vez más oficinas para cualquier trámite o nuevas ocurrencias cuando cambian las autoridades".
Raventós recomienda que, para aumentar la diversidad en el campo científico, no solo de mujeres, hay que comprender cuáles son las barreras para que concluyan la escuela, el colegio, la universidad.

A continuación, compartimos la entrevista completa a Henriette Raventós Vorst:

¿Cuáles han sido los hitos de vida que le permitieron alcanzar la posición que hoy ocupa?
Pienso que los factores que más contribuyeron a mi desarrollo como científica fueron la situación socioeconómica privilegiada donde me tocó nacer y crecer, con una mamá extranjera y poco tradicional, que estimulaba el conocimiento, la lectura, la discusión y la rebeldía. Una infancia rodeada de libros, de animales, de riachuelos donde pescaba renacuajos y observaba la metamorfosis en frasquitos en mi cuarto. También algunas personas que me tocaron en la escuela y el colegio que también estimularon mi curiosidad. Y luego contar con excelentes mentores y mentoras en la universidad y postdoctorado, que me enseñaron a combinar la pasión por el conocimiento, el pensamiento crítico y el activismo. Además de mi mamá, el privilegio de hacer un fellowship en Berkeley con Marie-Claire King, una persona y científica excepcional, que me enseñó la importancia de hacer ciencia y que esa ciencia tuviera un impacto para la sociedad.

¿Cuáles sus principales retos, y su gran satisfacción en esta ruta?
Los retos que más frustración me producen aún ahora es intentar hacer ciencia de primer mundo en Costa Rica, con sus trabas administrativas, procedimientos engorrosos, dificultades y costos para importar reactivos, contratar personal, permisos en cada vez más oficinas para cualquier trámite, nuevas ocurrencias cuando cambian las autoridades. Cada vez tenemos que dedicar más tiempo a estas labores administrativas en lugar de tiempo para leer artículos científicos, enseñar, escribir propuestas para obtener financiamiento, analizar nuestros resultados para publicarlos.
A pesar de estas frustraciones y que podría haberme quedado en EEUU cuando finalicé el fellowship, decidí regresar porque conscientemente elegí que prefería contribuir acá, aunque fuera más difícil desarrollar una carrera científica. En ese sentido, mi principal satisfacción es lograr estimular la curiosidad y pasión por la ciencia en otras personas, más que cualquier publicación científica, premio o posición. Cada vez que voy a las defensas de tesis de mis estudiantes, cuando presentan en un congreso internacional, si son aceptados en un posgrado, cuando regresan con sus doctorados. También cuando voy a una escuela o colegio, participo en un taller o mesa redonda para público general o personas no expertas, y logro transmitir esa pasión, esa curiosidad por aprender, por comprender y por dudar, especialmente en temas más conflictivos en los que me involucré como la defensa de permitir la FIV en el país. Es lograr combinar hacer ciencia, enseñar y que además se comparta con acciones en la sociedad.

¿Qué pasos deberían darse en las políticas públicas, en las empresas, en la sociedad, en las instituciones, para que Centroamérica sea territorio de equidad, una región en la cual se aproveche el talento de las mujeres y se ofrezcan oportunidades equitativas para mujeres y hombres?
Para aumentar la diversidad en el campo científico, no solo de mujeres, pero también de otros grupos tradicionalmente menos representados en nuestra región y el mundo, hay que comprender cuáles son las barreras para que estos diferentes grupos concluyan la escuela, el colegio, la universidad y logren luego posicionarse en trabajos en que puedan avanzar sus carreras científicas, con facilidades dependiendo del grupo al que pertenecen, muchas que ya se han estudiado desde las ciencias sociales. Pienso en condiciones de desventaja socioeconómica, discriminación por género, orientación sexual, discapacidad, entre otros. En algunos de estos grupos posiblemente será necesario mejorar las becas y otros apoyos, la educación en zonas rurales, permisos de paternidad para que no solo las mujeres estén encargadas del cuido, y estrategias más complejas para reducir la discriminación, incluso estudiar si son necesarias acciones afirmativas como se hace en otros espacios y países.

¿Por qué es importante y qué debería ocurrir para que más mujeres se involucren en los campos de ciencia y tecnología, en las llamadas carreras STEM?
Por un lado, porque se ha estudiado cómo la ciencia y la tecnología se enriquece con otras visiones y encuadres cuando se incorporan más mujeres y otros grupos tradicionalmente menos representados. No se ve lo que no se ha vivido. Por el otro, porque es un tema de justicia social. Es injusto que estas barreras impidan o dificulten que estas otras personas logren desarrollar su potencial y pasión. Como dije anteriormente, cada grupo menos representado tiene diferentes barreras en diferentes momentos de su vida y así debe ser el abordaje. En el caso de las mujeres, se sabe que su desempeño en ciencias y matemáticas es igual o mejor al de los niños en primaria. El efecto tijera (llamado así al efecto que más mujeres van quedando en el camino), se observa más, dependiendo del área específica de STEM, desde secundaria (por ejemplo, en física y matemáticas) o al finalizar maestrías y doctorados (por ejemplo, en biomédicas e ingenierías), a veces coincidiendo con la maternidad y cuido de adultos mayores. Entonces ¿qué pasa en esos periodos? ¿Qué cambios deben ocurrir en educación secundaria? ¿En el cuido compartido con permisos por paternidad? ¿Cómo mejoramos sus posibilidades de ser contratadas, de avanzar en sus carreras, de ser investigadoras principales, de ser las primeras autoras?
¿Cuál es la frase que resume su filosofía de vida, aquella que quisiera compartir con quienes vienen detrás?
No creo tener una frase que resuma mi filosofía de vida porque he vivido muchos periodos muy diferentes en los que pienso que he crecido y cambiado. En este momento, en mis cincuentas, valoro el haber aprendido a escuchar, a intentar colocarme en el sufrimiento y dificultades de las otras personas. A partir de ese crecimiento personal, mis esfuerzos se dirigen a contribuir en la medida de mis posibilidades y nuestros propios saberes, sea desde la ciencia, la política, el activismo, a construir un mundo mejor, más justo, especialmente para las poblaciones más vulnerables. Es nuestra responsabilidad.

Desafío:
Estimular la curiosidad y la pasión por la ciencia en otras personas, más que cualquier publicación científica, premio o posición.

Su frase:
Valoro haber aprendido a escuchar, a intentar colocarme en el sufrimiento y dificultades de las otras personas.

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