<br /><br /><strong>¿Sus nuevos sue&ntilde;os, los proyectos para el futuro? </strong>Publicar en la web todo lo que he escrito… y ya sabe usted para qu&eacute;: para los paname&ntilde;os de todas las edades, a quienes dediqu&eacute; la tarea diaria.<strong>¿C&oacute;mo se compromete para potenciar el liderazgo y desarrollo de sus pares mujeres?</strong>Como directora sustituta de la Academia Paname&ntilde;a de la Lengua incluyo en este compromiso a mis pares: mujeres y hombres: nos comprometemos a abrir puertas a las mejores literatas, lingüistas, periodistas, historiadoras, m&eacute;dicas, escritoras, ge&oacute;grafas, fil&oacute;sofas. Nos comprometemos, digo, a caminar con ellas, a trabajar en conjunto, a recoger sus altas aspiraciones y mostrarlas, entre todos. No importa que no vivan en Panam&aacute;. Esto lo digo con el coraz&oacute;n. Basta que sean paname&ntilde;as. Esta &eacute;poca nos elimin&oacute; las distancias. <strong>¿Cu&aacute;nto le cambi&oacute; la vida en estos tiempos de Covid-19? ¿Como est&aacute; sorteando los obst&aacute;culos de la pandemia? ¿Se ha tenido que reinventar?</strong>La vida es una continua reinvenci&oacute;n. Estoy en cuarentena estricta desde marzo. Sin embargo, no estoy incomunicada. He aprendido much&iacute;simo sobre los nuevos sistemas digitales de comunicaci&oacute;n y, desde aquel famoso videojuego Pac-Man, de los a&ntilde;os 80, he aprendido a jugar y a reinventar la tecnolog&iacute;a para aprovecharla: mi primer libro de texto lo levant&eacute; en la adaptaci&oacute;n de una consola creada para jugar. Fue mi primera computadora. No lo hice sola. Me ayud&oacute; un vendedor y un jovencito que ya sab&iacute;a para d&oacute;nde iba el mundo. <strong>¿Qu&eacute; piensa de los roles que cumplen las mujeres en Centroam&eacute;rica y de los espacios alcanzados en nuestras sociedades? ¿Cu&aacute;nto avanzamos, cu&aacute;nto falta? </strong>Hemos avanzado, pero hay que seguir. De eso sabemos las mujeres y las hijas y los hijos de ellas. No digo que la lucha contin&uacute;a, sino que nos apoderamos ya del pico y la pala para sembrar un ma&iacute;z (como dijera Changmar&iacute;n), en el istmo centroamericano: que el futuro sea un proyecto com&uacute;n entre todas las mujeres centroamericanas. <br /><br /><strong>-¿C&oacute;mo naci&oacute; su vocaci&oacute;n por preservar la cultura?</strong> <br />En mi profesi&oacute;n. El trabajo cultural es una vocaci&oacute;n de identidad, es responderse cada cual sus propias preguntas: ¿qui&eacute;n soy yo? ¿de d&oacute;nde vengo? ¿qui&eacute;nes me precedieron? ¿c&oacute;mo pensaban sobre su propia realidad y c&oacute;mo era esa realidad, c&oacute;mo la denominaban, qu&eacute; fue lo que disfrut&eacute; de ese encuentro conmigo misma y con mis ancestros?, ¿c&oacute;mo se comunicaron ellos? ¿qu&eacute; papel desempe&ntilde;aron mis abuelas en su mundo? ¿Qu&eacute; papel ejerci&oacute; mi hermosa madre? ¿Y mi padre? ¿C&oacute;mo era aquella geograf&iacute;a? ¿c&oacute;mo viajaron? ¿c&oacute;mo vinieron a la escuela?. Es una reflexi&oacute;n permanente sobre los otros y sobre la particular respuesta a esos pensamientos ¿c&oacute;mo naci&oacute; en m&iacute; esta vocaci&oacute;n de escuchar las voces del pasado, del presente… y del futuro? Leyendo.El trabajo cultural necesita de la lectura, que es fundamental. Y, en seguida, de la escritura de mi propio pensamiento. Pero cuando digo &quot;lectura&quot;, pienso no solo en los libros, sino en el teatro, en el cine, en la orquesta sinf&oacute;nica o en la que gira alrededor de los tambores, violines y voces paname&ntilde;os. <strong>Esta vocaci&oacute;n naci&oacute; con un libro entre sus manos, pero tambi&eacute;n tocando las teclas de un piano, escuchando -parece mentira- memorizando a Sor Juana In&eacute;s de la Cruz. </strong> Y tambi&eacute;n, mirando correr las aguas del r&iacute;o y sintiendo, a lo lejos, a un caminante que se acompa&ntilde;a salomando. O la voz de la cantalante en una noche de tamborito muy lejos, entre los cerros. As&iacute; nacen las vocaciones. Viviendo, sintiendo c&oacute;mo camina una mujer sin zapatos, c&oacute;mo se sube a los tacones y c&oacute;mo gana o pierde con los cambios que van trayendo los medios de comunicaci&oacute;n. En un resumen muy po&eacute;tico, pensando c&oacute;mo se expone un mono perezoso que cruza la carretera y ve venir un seis ruedas que lo condena a desaparecer del mundo o, pensando en Amelia Denis, quien pas&oacute; varios a&ntilde;os en Centroam&eacute;rica. Y admirando su vocaci&oacute;n: ¿c&oacute;mo se puede, siendo mujer, poetizar la primera noche de bodas? Y pienso: del mismo modo como poetiz&oacute; la p&eacute;rdida del espacio en el que hab&iacute;a nacido. <br /> f. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio cr&iacute;tico. <br />Creo que ya lo he desarrollado. Ahora lo repito: Hay que leer con juicio cr&iacute;tico, con sensibilidad, con gusto la buena literatura. Conocer a los nuestros, los centroamericanos. Acudir a la historioriograf&iacute;a, a las ciencias en todas sus formas, a la filosof&iacute;a, a la literatura, a la geograf&iacute;a, para saber en d&oacute;nde estamos. <br /> <br />3. f. ¿Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y gra-do de desarrollo art&iacute;stico cient&iacute;fico, industrial, en una &eacute;poca, grupo social, etc. que permite a alguien desarrollar su juicio cr&iacute;tico? <br /> <br />Contestar esta pregunta en breves l&iacute;neas es dif&iacute;cil. ¿Modos de vida? Las mejores: desarrollo habitacional adecuado (buenas casas para todos, alejadas de derrumbes), agua, luz, conexi&oacute;n a Internet, buenos caminos por tierra, mar y aire, recolecci&oacute;n de la basura, centros de salud y m&eacute;dicos seg&uacute;n el n&uacute;mero de habitantes; escuelas de los tres niveles de educaci&oacute;n cercanas con equipo adecuado y maestros entregados a su profesi&oacute;n, bibliotecas, archivos, institutos para hacer estudios cient&iacute;ficos regionales, conservatorios con pianos e instrumentos, escuelas de ballet, de baile, de teatro, buen desarrollo del saber del pueblo, de las lenguas, espacios de comunicaci&oacute;n personal del individuo con sus creencias, funciones en los parques, desarrollo f&iacute;sico.. . Y todo esto requiere un estudio cient&iacute;fico en entidades dedicadas a ello.Es decir, alguien puede desarrollar un buen juicio cr&iacute;tico si tiene una buena vida y buenos ejemplos y buenas lecturas. Para entender lo que acontece y no ser manejado por los politiqueros del patio ni por las fuertes corrientes politiqueras de los gobiernos de turno (relacionadas con el dinero o las presiones externas de las derechas o de las izquierdas) se requiere saber pensar bien, se requiere educaci&oacute;n. <br /><br /><strong>Para usted ¿Cu&aacute;les son las principales riquezas, los tesoros culturales del pa&iacute;s que debemos preservar, y cual es la mejor ruta para lograrlo?</strong><br />Principales riquezas del pa&iacute;s: su gente y su naturaleza. Para preservarla bien la ruta comienza en el nacimiento de la criatura o en la primera fuente de agua. Salud para todos los que nacen. Vida saludable. Educar a las madres, proveerles recursos para que vivan bien, ense&ntilde;arles a leer para que comprendan el mundo y para que ellas gu&iacute;en a sus hijos, ley&eacute;ndoles. Que trabajen en la limpieza del espacio que ocupan sin que el ojo benefactor de padres y maestro se separe del espacio del ni&ntilde;o. Que no ensucien sino que limpien, para formarse en el trabajo n&iacute;tido, no para producir ganancias a nadie. Que coman bien y duerman bien, aseados porque hay buena agua, protegidos por la vacunas y por los trabajadores de la salud, por los educadores que procuraran ense&ntilde;ar a hacer una buena disposici&oacute;n de la basura. Que se ense&ntilde;e a respetar los o&iacute;dos de la comunidad. Que se ense&ntilde;e a bajar el volumen de las ceremonias patri&oacute;ticas o religiosas y de la m&uacute;sica estruendosa. Que haya puentes para cruzar r&iacute;os crecidos y situaciones dif&iacute;ciles; muchas escuelas con jardines florecidos; que haya canchas de deportes sin venta de licores y, hasta cuando lleguen los libros digitales, que haya violines y libros de papel para todos.<br />-Desde su quehacer (cultural o art&iacute;stico) ¿C&oacute;mo se propone enriquecer ese legado?<br />Con mis obras. Ellas permanecer&aacute;n si hay quien quiera hacerles eco.<strong>¿Cu&aacute;les son los principales obst&aacute;culos en nuestros pa&iacute;ses para las creadoras/guardianas de la cultura?</strong><br />He descrito en mis respuestas anteriores cu&aacute;les son los obst&aacute;culos: la pobreza cultural y espiritual por falta de salud, de viviendas adecuadas para todos, de educaci&oacute;n en el trabajo, y algo que no he dicho pero que hay que atender: el &aacute;rea agropecuaria y el mar. Que sembremos y se ense&ntilde;e sobre el &aacute;rea agropecuaria y la producci&oacute;n marina para tener qu&eacute; comer en el futuro.<strong>-Los grandes pasos que la enorgullecen en este camino, y los retrocesos que le preocupan.</strong><br />Mis padres fueron educadores y me siento orgullosa de lo que logr&oacute; su generaci&oacute;n. Pero hubo un momento en el que pareciera que perdimos el camino que llev&aacute;bamos en el siglo XX. Bien lo dice el Dr. Alfredo Figueroa Navarro en un escrito. Perdimos el aire de quijotismo que envolv&iacute;a en general a los conductores del imaginario de la juventud y fue penetrando una especie de antiquijotismo. Y tras de eso, la inseguridad que ha encerrado detr&aacute;s de rejas las viviendas de los ciudadanos, como explica Maloney. Tenemos que pensar en un camino saludable y de honradez que, para m&iacute;, comienza con el nacimiento de los ni&ntilde;os y los va siguiendo hasta su independencia total.<br /><br /></div>