Su rol como defensora de Derechos Humanos, especializada en la defensa al derecho humano a la salud, incluye la fiscalización de la administración publica guatemalteca en este tema.
"Tengo muchos años de levantar la voz de forma determinada y decidida procurando un sistema de salud justo y equitativo", dice la doctora Zulma Calderón. Ella, como médica y que trabajó antes en el Ministerio de Salud, conoce muy bien al sistema sanitario nacional. Visita hospitales, accede a datos de primera mano y comparte la información en sus redes sociales. Reconoce que su rol tiene incidencia política.
"Mi compromiso personal en esta crisis sanitaria se enfocó y sigue enfocando en dar a conocer a la población guatemalteca las condiciones reales en que el Estado ha dado respuesta a la pandemia y con esto empoderarla sobre el derecho humano a la salud y que exista sensibili- dad para reclamarlo", enfatiza.
"Es una lucha que no concluye y que seguimos peleando todos los días... hemos tenido que implementar acciones legales para la inclusión en la vacunación de niños y adolescentes". Su vocación la llevó a estar atenta a lo que sucedía en su país. "A pesar del miedo que despertó en mí enfrentar una enferme- dad nueva (COVID-19), siem- pre he tenido presente que soy médica y que mi profesión me manda a servir al prójimo". "En Guatemala, alrededor del 50% del personal de salud son mujeres y es un reflejo de lo valioso y determinante que ha sido nuestro rol" durante la pandemia, destaca.
La frase: 'En Guatemala alrededor del 50% del personal de salud son mujeres y es un reflejo de lo valioso y determinante que ha sido nuestro rol".