Petacones es, desde 1935, el queso por excelencia de salvadoreños y migrantes en Norteamérica. "Donde hay un salvadoreño hay queso Petacones", suele decir su director, Federico Colorado. Este producto nació en la Hacienda Petacones, propiedad de don Luis y doña Rosa Portillo. Desde su nacimiento apostó a la innovación; primero ofreciendo un queso semiduro en tiempos en que predominaban los quesos frescos, y añadiéndole color para diferenciarlo de los quesos blancos.
El producto, nostálgico ahora para los salvadoreños, comenzó a venderse en los alrededores de la Hacienda Petacones, de pueblo en pueblo. Luego sus fundadores llegaron a comercializarlo a la capital salvadoreña. Años después, cuando los Portillo adquirieron otra hacienda, en el departamento paracentral de San Vicente, Petacones alcanzó una cobertura nacional, aumentando y diversificando su producción. El fuerte arraigo local de Petacones tiene que ver mucho con su historia de más de 80 años y con la calidad del producto.
Actualmente, Petacones sigue generando valor. La marca se presenta en empaques con atractivos diseños y creció hasta una amplia gama de quesos duros, frescos, cremados, procesados, dietéticos y gourmet. Está presente en el mercado nostálgico de Estados Unidos, donde ya ha conquistado los paladares no solo de migrantes salvadoreños, sino también de hondureños y mexicanos. Al cumplir 80 años, la marca está lista para conquistar los vecinos mercados de Honduras, Guatemala y México.
El producto, nostálgico ahora para los salvadoreños, comenzó a venderse en los alrededores de la Hacienda Petacones, de pueblo en pueblo. Luego sus fundadores llegaron a comercializarlo a la capital salvadoreña. Años después, cuando los Portillo adquirieron otra hacienda, en el departamento paracentral de San Vicente, Petacones alcanzó una cobertura nacional, aumentando y diversificando su producción. El fuerte arraigo local de Petacones tiene que ver mucho con su historia de más de 80 años y con la calidad del producto.
Actualmente, Petacones sigue generando valor. La marca se presenta en empaques con atractivos diseños y creció hasta una amplia gama de quesos duros, frescos, cremados, procesados, dietéticos y gourmet. Está presente en el mercado nostálgico de Estados Unidos, donde ya ha conquistado los paladares no solo de migrantes salvadoreños, sino también de hondureños y mexicanos. Al cumplir 80 años, la marca está lista para conquistar los vecinos mercados de Honduras, Guatemala y México.
