Para la empresa, buena parte del éxito en el desarrollo de procesos para identificar, validar e implementar las mejores prácticas en desarrollo humano se expresan en ese sentido de pertenencia que tienen sus colaboradores, basado en valores de lealtad y compromiso; donde el esfuerzo individual se traduce en metas grupales y, por ende, corporativas.
A través de los años, AES ha venido fomentando un clima de trabajo sustentado en la salud física, mental y bienestar general de su gente; sin duda sabe que esos elementos le permiten obtener éxito y una ventaja competitiva para mantener la sustentabilidad.
Ese binomio trabajo-vida revela la importancia que la corporación da al equilibrio entre estas dos esferas y a la integridad de su personal. Se guía por la máxima de que un buen ambiente contribuye a tener un equipo más productivo y comprometido con la empresa, clientes más satisfechos... en fin, personas más felices.
El trabajo en desarrollo humano está enfocado en fortalecer la cultura organizacional a través del conocimiento de la misión de la compañía y de permitir que los colaboradores puedan desarrollar su capacidad de adaptación a los cambios, y eso pasa por incrementar la participación metas e involucramiento hacia el logro de metas.
Uno de los procesos y programas que cumple la misión antes señalada se denomina "Culture Roadshow", a partir del cual se da a conocer la estrategia global de la compañía y se logra transmitir el valor que cada miembro de la organización tiene para que esa estrategia pueda cumplirse. Los resultados y los niveles de confianza dan cuenta del éxito del programa y validan una cultura caracterizada por el reconocimiento y la celebración.
Hay un especial interés por ofrecer incentivos monetarios y no monetarios para destacar los logros personales y de equipo. Los líderes toman su tiempo para escuchar a sus subalternos y recoger sus ideas sobre cómo mejorar la operación general de la empresa.
Incide en los resultados la preocupación por la flexibilidad, el equilibrio entre vida y trabajo y, por supuesto, el hecho de contar con evaluación de desempeño mediante objetivos, acceso a planes de formación y el programa de compensación.
Las tareas de Recursos Humanos tienen que ver con la formación de comités y equipos de trabajo con miras no solo a permitir mayor inclusión en todos los niveles, sino también, definitivamente, a mejorar los procesos y generar un mayor empoderamiento para la toma de decisión del personal.
La tesis que sostiene estas prácticas es que cuando el colaborador siente una asociación emocional con la empresa, esto lo impulsa a continuar en ella porque existen canales de comunicación adecuados para identificar las fortalezas internas y para difundir la estrategia, objetivos y cambios, elementos para los cuales ha participado activamente mediante reuniones mensuales.
A la apuesta por canales abiertos se suma la preocupación por la estabilidad de su gente con apoyo en momentos de crisis y de necesidad. Desde la perspectiva de desarrollo humano, todas sus propuestas gravitan en torno a mejorar la calidad de vida de su personal y de sus clientes. Parte del principio de que la misión es proveer uno de los bienes más importantes y necesarios para cada uno de los miembros. La constancia ha dado frutos, porque todos los procesos que han llevado a cabo se han logrado fortalecer.
Por ejemplo, 2014 fue uno de los mejores años para AES desde la perspectiva operacional y financiera, gracias a políticas de desarrollo humano y al interés de tener a su gente trabajando bajo las mejores condiciones, lo cual se traduce en más productividad, con una baja tasa de ausentismo y rotación; es decir, en colaboradores comprometidos, felices y que a la vez atraen nuevo personal.
