A lo largo de su historia, el Caribe ha ido con gurando sus rasgos culturales gracias a un conjunto de factores: la diáspora, la con infuencia africana e indígena, las conquistas europeas, la presencia de exploradores y navegantes; las pugnas por límites geográficos, sus luchas por la libertad, el sincretismo religioso, la búsqueda de identidad.
La natural convivencia con otras culturas les otorgó una enorme riqueza artística, musical y literaria además de la concurrencia de múltiples lenguas, pero sobre todo les concedió una extraordinaria particularidad: su calidez humana, un atributo que no se ha perdido ni con la modernidad, la interacción con otros mercados, ni los avances tecnológicos.
Es una calidez que conduce al buen ánimo, al positivismo, a estar siempre conectados con los demás de una manera amistosa y cordial. Los caribeños son proclives a la integración, a los ambientes amenos, familiares y alegres; a ayudar al otro sin importar el nivel jerárquico.
Cuando se repasan una a una las políticas laborales desarrolladas por las empresas participantes en el ranking de Great Place to Work® Caribe, estos elementos sobresalen, los definen en un lenguaje común, están por así decirlo, profundamente arraigados en la cultura de las empresas.
Por ejemplo, la Visión de Amor que desarrolla JMMB dice mucho de esta compenetrada cultura por ayudar al otro, del espíritu de camaradería y crear contextos competitivos de crecimiento para todos. Allí, el problema de unos es el de todos y la solución se busca en conjunto.
Ese sabor caribeño se cuela de forma directa en todos los ambientes laborales sin distingo de la procedencia de la compañía. El capital humano es ante todo la joya más preciada y cuidada, lo cual implica que cualquier iniciativa enfocada en aumentar la productividad, el rendimiento, la innovación y los estándares de calidad en los procesos internos, tiene que pasar necesariamente por el análisis de satisfacción del ambiente laboral.
Las recetas que utilizan para generar ambientes laborales sanos, productivos y eficientes siguen en buena medida los mejores hábitos que el Latin Business School sugiere para tener entre sus las gente productiva. Veamos: centrarse en lo importante; diferenciar lo importante de lo urgente; planear sus días; saber encontrar lo que necesita cuando lo necesita; fijar rutas; aprovechar el tiempo perdido; asistir a las reuniones con un propósito claro; hacer las cosas que no queremos hacer; realizar múltiples tareas con prudencia, y trabajar estratégicamente.
Y sobre este último aspecto uno de los esfuerzos más visibles en las empresas ubicadas en el Caribe es que todo aquello que se emprenda en materia de desarrollo humano y gestación de talento, va encaminado a cumplir con las acciones estratégicas del negocio: servicio al cliente, ventas, reputación, posicionamiento de marca, expansión de mercados, propuesta de valor para el consumidor, etc.
DIVERSIDAD LLENA DE PASIóN
La historia caribeña nació de la diversidad, es resultado de la mezcla de españoles, africanos e indígenas y de las costumbres, rituales, gastronomía y genética que surgió de todos ellos. Por eso, para ellos, el compartir con otras nacionalidades, grupos generacionales diversos y hacerlos sentir como en casa, está completamente ligado a su historia.
Tal descripción coincide a plenitud con el tipo de programas y proyectos que dentro del contexto de desarrollo humano llevan a cabo las empresas con operaciones en República Dominicana, Trinidad y Tobago, Jamaica y otras naciones caribeñas.
Son empresas que quieren personas felices, creativas, espontáneas. Se despojan de lo formal para dar prioridad a lo sustancial. Dan énfasis a la integración de grupo, en el cual cada persona pueda aportar ideas, sugerir cambios, disentir de ciertas reglas o enfoques. Se premia la innovación, el crecimiento profesional, los éxitos personales y lo mejor de todo, es que lo celebran con parrilladas, baile y un ambiente de mucho compañerismo.
En Moldosa, Oracle, Grupo Universal y Teleperformance por ejemplo, hay un enfoque claro que es lograr que su equipo de trabajo esté orgulloso de la compañía, tenga la camiseta bien puesta, sienta pasión por lo que hace. Tales objetivos requieren un planificado trabajo de asertividad en la comunicación, valores corporativos sólidos, políticas de compensaciones y reconocimientos, y pensar en el individuo como un ser integral que necesita crecer y sentirse valioso.
Las actividades fuera de oficina tienen un lugar preponderante, pues han demostrado que elevan la integración, la satisfacción, el orgullo de pertenencia y refuerzan los valores corporativos. Para el caribeño la familia es muy importante, y eso lo han entendido los líderes de estas compañías. Apuestan por actividades donde cónyuges e hijos estén presentes; dan énfasis al balance entre vida laboral y vida familiar.
La promoción del deporte, del cuidado sobre la salud, de socializar con los compañeros y esa sensación de sentirse en el trabajo como si fuera su casa, prevalecen de manera muy profunda en estas compañías caribeñas.
El ejemplo de ARS Palic con el desarrollo de campamentos para niños y adolescentes, hijos de sus empleados, para que conozcan de cerca la compañía y las funciones de sus padres, muestra de qué manera se da énfasis a la integración familiar y a la socialización.
En muchas de estas empresas, las barreras del horario y del idioma se rompieron hace mucho. Al tener presencia en dos, cinco y más mercados han aprendido a utilizar las herramientas tecnológicas a disposición para enlazar a su equipo humano con conexiones virtuales.
Destacan la flexibilidad de horarios y el trabajo remoto, es decir, no importa dónde se haga el trabajo -si en la oficina o en la casa- lo que vale son los resultados y la satisfacción de haber cumplido con las metas propuestas. En tal sentido, 3M se destaca.
En el caso de compañías globales, incrementar la propuesta de valor de la empresa debe transitar por una política de puertas abiertas (literalmente hablando), de diálogos transparentes y un fuerte apego a los valores y principios de la conducta de negocios.
