Empresas & Management

9 lecciones que deja House of Cards

Los emprendedores y la serie original de Netflix tienen más cosas en común de lo que te imaginas. Te compartimos algunas enseñanzas de Frank Underwood.

2016-04-14

Por Entrepreneur

Para Frank Underwood la palabra ‘poder’ tiene un significado fundamental, en especial si se trata de conquistar la oficina oval de la principal economía del mundo. En el ecosistema emprendedor, se relaciona con la supervivencia de un negocio y hacer que este sobresalga en un mercado altamente competitivo.

Bajo la idea de que el dinero "empieza a derrumbarse en 10 años", mientras que el poder es una "construcción de piedra que perdura siglos", el presidente (ficticio) número 46 de Estados Unidos ha inspirado durante cuatro temporadas a líderes fuera del ámbito político, para trasladarse al mundo de los negocios. La autora del libro Sobrevivir al fracaso comparte que quienes han decidido tomar el camino del emprendimiento deben ser conscientes de que para alcanzar el éxito son necesarios dos elementos: la preparación y la intención.

En este sentido, para el caso de los emprendedores, más allá de un buen liderazgo, son los clientes quienes otorgan el poder.

Lecciones para emprender
House of Cards, creada por Beau Willimon e inspirada en la novela homónima de Michael Dobbs, se estrenó en febrero de 2013 y desde entonces ha cautivado a millones de seguidores en todo el mundo. Por ello, no resulta extraño que, incluso los emprendedores, hayan puesto en práctica algunas de sus lecciones.

A continuación, te compartimos nueve frases que el maquiavélico político ha inmortalizado en algunos de los 52 capítulos disponibles en Netflix, y que en 2017 podría estar de regreso a lado de su esposa, Claire Underwood, en la quinta temporada. Consultamos a Alejandro Llantada, especialista en persuasión e imagen pública, con la finalidad de que nos compartiera su opinión, a partir de las frases del personaje protagonizado por Kevin Spacey.

1. A veces, la mejor manera de ganar el respeto de tus superiores consiste en desafiarlos.

AL: No hay emprendedor que no haya desafiado el statu quo. Puede que comience a hacerlo por ganar el respeto de su jefe, pero lo termina haciendo por respeto a sí mismo y, al final, desafía incluso al verdadero jefe: su cliente, con un producto o servicio diferenciado.

2. Hay dos tipos de dolor: el que te hace fuerte y el inútil.

AL: Crecer duele. Te duelen los huesos y hasta los dientes. El emprendedor sabe usar ese dolor a su favor, el dolor de la crítica de extraños, de la duda de familiares, y la transforma en motivación y combustible.

3. Sólo hay una regla: cazar o ser cazado.

AL: Cazar te convierte en emprendedor; ser casado en un empleado más, tarde o temprano acabas como venadito, en la mira y desprevenido.

4. él eligió el dinero en vez del poder, un error que casi todos cometen.

AL: Qué prefieres: ¿El dinero de un sueldo fijo o el poder de tu libertad con un ingreso variable, sin límite para arriba?

5. Siempre está bien que te deban favores.

AL: La mejor deuda que puedes tener es cuando tu cliente piensa que está en deuda contigo, por lo general paga con recomendaciones positivas o con intereses. Se puede convertir en un modelo de negocio millonario, incluso con clientes de bajos ingresos.

6. El éxito es una mezcla de preparación y suerte.

AL: "La suerte favorece sólo a la mente preparada", decía Napoleón; si bien la suerte es difícil controlarla, la preparación es un sine qua non (condición sin la cual no) del éxito del emprendedor.

7. La generosidad también es una forma de poder.

AL: Quien emprende y no piensa en ser generoso de alguna manera, tanto con sus empleados como con sus clientes, que mejor no lo haga, pues estará limitado por su egoísmo, y este no permite crecer al que empieza un negocio.

8. Para algunas personas, el orgullo es su punto fuerte y también su debilidad; si consigues parecer humilde delante de ellos, harán cualquier cosa que les pidas.

AL: El servicio se trata de ser humilde. El millonario que es dueño de varias concesionarias y que aún sabe bajar a piso y venderle un Tsuru a una mujer de 70 años, es alguien que no necesita mayor explicación de la razón de su éxito (por cierto, sí existe).

9. Si te quieres ganar mi confianza, entonces tendrás que ofrecerme la tuya a cambio.

AL: Vale la pena poner a prueba a un socio flojo o equivocado en su posición (algunos creen que merecen mucho a cambio de nada). No te sientas mal si al principio acaba molesto y se va; puede ahorrarte millones y muchos dolores de cabeza que ocurrirían después cuando levantes el negocio y él mantenga la misma actitud.

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