Empresas & Management

¿Hacia dónde va la educación?

Hay nuevos espacios de aprendizaje; pensadores e innovadores aceptan participar de formatos más flexibles y transversales. Hay quienes hablan de “tedificación” del sistema.

2015-10-11

Por Gabriela Origlia, estrategiaynegocios.net

Cada vez más, se multiplican en forma paralela a las universidades tradicionales, espacios donde académicos, emprendedores e innovadores discuten y difunden ideas y conocimiento. Son los casos, por ejemplo, de Singularity University, Minerva University, Khan Academy, Peer-to-Peer University o el sitio Edge.com.

El denominador común es que priorizan la transversalidad, la horizontalidad, las ideas originales y la capacidad de dar respuestas a los problemas de la sociedad. Por detrás hay siempre una crítica (explícita o más velada) a la educación tradicional por su déficit para impulsar las habilidades y el saber que la evolución del mundo requiere.

El proyecto Minerva fue fundado por un grupo de especialistas en educación estadounidenses, entre los que se cuenta el ex presidente de Harvard, Larry Summers. Un fondo de inversión financia esta idea que busca mantener la calidad más alta al 40% de lo que cobran las grandes universidades.

Con sede en San Francisco, combina una plataforma online con clases presenciales. Robin Goldberg, su Chief Experience Officer, explica a este medio que a pesar de que la demanda de un primer nivel educativo continúa creciendo alrededor del mundo, las entidades "de primera línea no incrementaron de manera significativa su capacidad en décadas" a la vez que su matrícula las pone al alcance de "unos pocos" (los costos de la educación superior promedio por estudiante subieron tres veces más que la inflación de Estados Unidos desde 1983).

"Como el mundo es cada vez más complejo, interconectado y tecnológico, es imperativo que miremos la educación de la próxima generación de líderes para que contribuya a mejorar el mundo. Esa educación debe ser accesible para todos", agrega y subraya que Minerva enseña el pensamiento "crítico y creativo y las comunicaciones e interacciones efectivas. Buscamos enseñar las habilidades que se necesitan para liderar con éxito, para tener vidas productivas y responder a lo que los empleadores están priorizando".

Salman Khan fundó Khan Academy en 2006; es una organización no comercial que nació con la intención de proveer educación libre de primer nivel "a todos en cualquier lugar del mundo".

Egresado del MIT, asumió el proyecto cuando al enseñar ejercicios matemáticos a su sobrino subió unos videos a YouTube y el chico le dijo que prefería esa modalidad; a los días empezaron a llegarle comentarios de otros usuarios y concluyó que había una necesidad por cubrir. Es un convencido de que "cuando la tecnología se usa para hacer lo que antes se hacía en clase (como leer) "se humaniza el espacio, hay más interacción".

Señala a E&N que el modelo educativo tradicional penaliza el error y la experimentación: "Nosotros, en cambio, empujamos a probar, a fallar y esperamos como resultado la maestría, no un rendimiento promedio". Hay especialistas que plantean que las iniciativas de este tipo provocan una "frivolización" de la educación, que la someten a la influencia del modelo TED (ponencias cortas, más actorales).

El curador de ideas a nivel mundial de esta organización, Bruno Giussani, es cauto y señala que no ve un impacto en el sistema pero admite que el modelo clásico de una conferencia de 50 minutos hoy es "imposible" a la vez que enfatiza que ya "no es solo hablar; hay que convencer, generar atención, capturarla y sostenerla hasta el final sin aburrir y sin perderla".

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