Por Entrepreneur
Tarde o temprano, cada uno de nosotros experimentará la agravante situación de trabajar con alguien que debe ser despedido. A menudo, las personas en cuestión son gerentes o compañeros de trabajo que suelen ser apáticos y están desmotivados, o tal vez, son de la clase de personas que pierden sus valores a causa de chismes o deshonestidad.
Se quejan en lugar de encontrar soluciones, se niegan a aprender y se toman todo a mal, tienen problemas de ira, no son compañeros de trabajo. Son siempre parte del problema y nunca de la solución.
Algunos de ellos a veces son agradables, incluso, pueden tener amigos en el trabajo. Pero para los valores que conforman a una empresa son veneno; hunden la moral y frenan los resultados. Si llegan nuevos jefes o gerentes, este tipo de problemas tendrán que resolverse lo antes posible.
Como líder, en algún momento tendrás que supervisar una reestructuración. Cuando esto suceda, las primeras personas que deben partir son generalmente las descritas aquí arriba.
Un buen líder evaluará sabiamente la situación y encontrará el coraje para tomar las medidas necesarias. Pero ¿qué pasa con aquellos que se quedan?
Estas son algunas de las cosas que puedes hacer para reconstruir tu equipo de trabajo y asegurar que tendrán un impulso positivo después de la reestructuración.
1. Apégate a los consejos básicos de liderazgo
Es sencillo. Comienza por enfocarte en las relaciones y en crear un ambiente de confianza. Asegúrate de que todos los que conformen tu equipo entiendan la misión de la organización, su propósito, sus objetivos, y el por qué estos puntos son importantes. Busca que reflexionen: ¿de qué manera esta empresa aporta algo al mundo?
2. Establece lazos y pasa tiempo con aquellos que tienen mejor desempeño
Los miembros del equipo con más mérito a menudo no tienen los puestos más altos. A veces, estos son los jugadores 'invisibles' que influyen de manera significativa en los valores de la empresa. Si prescindiste de aquellas personas que no tenían un buen desempeño, ahora es el momento de determinar si otros necesitan un reconocimiento o un ascenso.
No existe ningún atajo para evitar pasar tiempo con tu equipo. Esto es vital para averiguar lo que les importa. Como líder, puedes asegurar un resultado exitoso y puedes saberlo si logras que los miembros del equipo consigan lo que se proponen al mismo tiempo que cumplen con la misión de la compañía.
Deja en claro que es lo que valoras de las personas con un buen desempeño. ¿Es su manera de lidiar con los problemas o su disposición para ayudar a ir mas allá de lo que requiere su trabajo?
Pregúntales cuál es la mejor manera de apoyarlos y muéstrales que sus respuestas son importantes para ti.
3. Establece una comunicación frecuente
Comunícate más allá de tu habitual zona de confort. Continua estableciendo y reafirmando la visión de la organización. Define claramente tus expectativas. Utiliza herramientas de comunicación como Face Time, si es necesario, invítalos a contactarte por Skype o Hangouts de Google.
4. Haz muchas preguntas
Pregunta a tus empleados sobre lo que ha funcionado y lo que no en el pasado. ¿Cuáles son los problemas más persistentes y cuál es su opinión acerca de cómo resolverlos?
'Las personas más innovadoras son aquellas que no dejan de estudiar y aprender, no las que creen saberlo todo. Puede decirse lo mismo de las culturas innovadoras; están en constante aprendizaje. Los líderes que han construido estas ideas, ya sea a través de la intuición o de la experiencia, saben que para descubrir deben comenzar impacientes por buscar todas las cosas que no entienden y sumergirse en la búsqueda. Deben hacerlo sin temor a equivocarse para después compartir su experiencia con el equipo', dicen G. Michael Maddock y Raphael Louis Vitón
5. Establece juntas de manera regular
Deja claro que estás en la disponibilidad de escuchar sus preguntas, sus opiniones y sus puntos de vista alternos. Pasa tiempo con ellos y escúchalos.
6. Diviértete y hazlo con frecuencia
Realiza actividades creativas para tu equipo, organiza una hora feliz que te permita conocer a tus empleados en un entorno informal. Pasar tiempo con ellos fuera del trabajo es invaluable para demostrarles que sus opiniones son importantes y que serán escuchadas. Anima a tu equipo a tener iniciativa y hacer de su trabajo algo divertido.
Recuerda: la mayoría de tus colegas sentirán alivió con tu decisión de despedir a sus compañeros de trabajo de bajo rendimiento. Ellos son inteligentes y entenderán esta situación como una señal de un buen liderazgo. Incluso pueden decir: ¡por qué se tomó tanto tiempo!
No dudes de tus decisiones respecto a los despidos. Las investigaciones muestran que tus primeras impresiones son las que cuentan. Es difícil despedir a la gente. Si para ti es demasiado fácil, es posible que necesites checarte.
Se necesita de coraje y claridad para dejar ir a la gente. Esta situación puede y debe hacerse con clase.
Para aquellos que son despedidos este momento puede ser un punto de inflexión en sus vidas y puede convertirse en una llamada de atención para hacer una autoevaluación de sus propósitos, sus fortalezas y sus debilidades. Con frecuencia esta situación les obliga a tener claridad sobre sus metas y les ayuda a asumir la responsabilidad de sus creencias y sus acciones auto limitadas.
Por dolorosas que puedan resultar las decisiones de despido, estas experiencias dejan aprendizaje y transformación.
Tarde o temprano, cada uno de nosotros experimentará la agravante situación de trabajar con alguien que debe ser despedido. A menudo, las personas en cuestión son gerentes o compañeros de trabajo que suelen ser apáticos y están desmotivados, o tal vez, son de la clase de personas que pierden sus valores a causa de chismes o deshonestidad.
Se quejan en lugar de encontrar soluciones, se niegan a aprender y se toman todo a mal, tienen problemas de ira, no son compañeros de trabajo. Son siempre parte del problema y nunca de la solución.
Algunos de ellos a veces son agradables, incluso, pueden tener amigos en el trabajo. Pero para los valores que conforman a una empresa son veneno; hunden la moral y frenan los resultados. Si llegan nuevos jefes o gerentes, este tipo de problemas tendrán que resolverse lo antes posible.
Como líder, en algún momento tendrás que supervisar una reestructuración. Cuando esto suceda, las primeras personas que deben partir son generalmente las descritas aquí arriba.
Un buen líder evaluará sabiamente la situación y encontrará el coraje para tomar las medidas necesarias. Pero ¿qué pasa con aquellos que se quedan?
Estas son algunas de las cosas que puedes hacer para reconstruir tu equipo de trabajo y asegurar que tendrán un impulso positivo después de la reestructuración.
1. Apégate a los consejos básicos de liderazgo
Es sencillo. Comienza por enfocarte en las relaciones y en crear un ambiente de confianza. Asegúrate de que todos los que conformen tu equipo entiendan la misión de la organización, su propósito, sus objetivos, y el por qué estos puntos son importantes. Busca que reflexionen: ¿de qué manera esta empresa aporta algo al mundo?
2. Establece lazos y pasa tiempo con aquellos que tienen mejor desempeño
Los miembros del equipo con más mérito a menudo no tienen los puestos más altos. A veces, estos son los jugadores 'invisibles' que influyen de manera significativa en los valores de la empresa. Si prescindiste de aquellas personas que no tenían un buen desempeño, ahora es el momento de determinar si otros necesitan un reconocimiento o un ascenso.
No existe ningún atajo para evitar pasar tiempo con tu equipo. Esto es vital para averiguar lo que les importa. Como líder, puedes asegurar un resultado exitoso y puedes saberlo si logras que los miembros del equipo consigan lo que se proponen al mismo tiempo que cumplen con la misión de la compañía.
Deja en claro que es lo que valoras de las personas con un buen desempeño. ¿Es su manera de lidiar con los problemas o su disposición para ayudar a ir mas allá de lo que requiere su trabajo?
Pregúntales cuál es la mejor manera de apoyarlos y muéstrales que sus respuestas son importantes para ti.
3. Establece una comunicación frecuente
Comunícate más allá de tu habitual zona de confort. Continua estableciendo y reafirmando la visión de la organización. Define claramente tus expectativas. Utiliza herramientas de comunicación como Face Time, si es necesario, invítalos a contactarte por Skype o Hangouts de Google.
4. Haz muchas preguntas
Pregunta a tus empleados sobre lo que ha funcionado y lo que no en el pasado. ¿Cuáles son los problemas más persistentes y cuál es su opinión acerca de cómo resolverlos?
'Las personas más innovadoras son aquellas que no dejan de estudiar y aprender, no las que creen saberlo todo. Puede decirse lo mismo de las culturas innovadoras; están en constante aprendizaje. Los líderes que han construido estas ideas, ya sea a través de la intuición o de la experiencia, saben que para descubrir deben comenzar impacientes por buscar todas las cosas que no entienden y sumergirse en la búsqueda. Deben hacerlo sin temor a equivocarse para después compartir su experiencia con el equipo', dicen G. Michael Maddock y Raphael Louis Vitón
5. Establece juntas de manera regular
Deja claro que estás en la disponibilidad de escuchar sus preguntas, sus opiniones y sus puntos de vista alternos. Pasa tiempo con ellos y escúchalos.
6. Diviértete y hazlo con frecuencia
Realiza actividades creativas para tu equipo, organiza una hora feliz que te permita conocer a tus empleados en un entorno informal. Pasar tiempo con ellos fuera del trabajo es invaluable para demostrarles que sus opiniones son importantes y que serán escuchadas. Anima a tu equipo a tener iniciativa y hacer de su trabajo algo divertido.
Recuerda: la mayoría de tus colegas sentirán alivió con tu decisión de despedir a sus compañeros de trabajo de bajo rendimiento. Ellos son inteligentes y entenderán esta situación como una señal de un buen liderazgo. Incluso pueden decir: ¡por qué se tomó tanto tiempo!
No dudes de tus decisiones respecto a los despidos. Las investigaciones muestran que tus primeras impresiones son las que cuentan. Es difícil despedir a la gente. Si para ti es demasiado fácil, es posible que necesites checarte.
Se necesita de coraje y claridad para dejar ir a la gente. Esta situación puede y debe hacerse con clase.
Para aquellos que son despedidos este momento puede ser un punto de inflexión en sus vidas y puede convertirse en una llamada de atención para hacer una autoevaluación de sus propósitos, sus fortalezas y sus debilidades. Con frecuencia esta situación les obliga a tener claridad sobre sus metas y les ayuda a asumir la responsabilidad de sus creencias y sus acciones auto limitadas.
Por dolorosas que puedan resultar las decisiones de despido, estas experiencias dejan aprendizaje y transformación.
