Empresas & Management

Fabio Villegas se va de Avianca para impulsar la paz de Colombia

“Mi apoyo al proceso de paz del Gobierno con las Farc es manifiesto y lo que vaya a hacer en el futuro lo haré con mucho gusto, pero todavía no tengo nada claro”.

2015-12-20

Por El Colombiano

Así responde Fabio Villegas Ramírez, presidente de Avianca, cuando de manera reiterativa se le pregunta, en su oficina decorada con aviones a escala, sobre qué hará una vez deje el cargo, luego de diez años y nueve meses comandando la aerolínea.
A tres semanas de ajustar 61 años de vida, el abuelo de Joaquín y Martín, a quienes intenta transmitirles su pasión por el Deportivo Pereira, así esté en la segunda división del fútbol colombiano, asegura haber puesto a volar alto a la compañía que, a comienzos de 2005, volaba en unas condiciones muy adversas.
Tras afrontar con éxito vientos en contra, turbulencias financieras, operativas y laborales, inyectarle combustible económico a la aerolínea para renovarla y modernizarla, el empresario aficionado al tenis, al golf y a la lectura de textos de historia, afirma tener la energía y las ganas de asumir nuevos retos.
Madrugador, puntual, disciplinado y riguroso en el seguimiento de los detalles, como lo describen algunos colaboradores, deja notar en su voz entusiasmo por el rumbo que tomará el país en un ambiente de posconflicto.

Ha trascendido que dirigirá la campaña para el plebiscito para refrendar los acuerdos con las Farc, ¿el presidente ya le hizo el ofrecimiento o al menos le ha coqueteado para ese encargo?
"Yo me coqueteo a mí mismo en ese proceso, o sea que no necesito mucho impulso" (risas).

Pero, luego de capitanear esta nave, ¿a qué se le mediría?
"Ya veremos. Quiero buscar otros retos, otras opciones y así como en 2005 dije ‘midámosnosle a este potro’ (la presidencia de Avianca), quiero mirar si hay otro potro galopando y corcoveando al cual nos le queramos montar. Creo que tengo la energía y las ganas de hacerlo y me gustaría".

Y, ¿qué avizora Fabio Villegas en el escenario del posconflicto?
"Pasar la página es una oportunidad que tenemos al frente y creo que lo que está haciendo el Gobierno es un tema racional, una negociación bien hecha. No hay tal de que el país esté entregando la Constitución, el orden institucional, o sacrificando la libertades o al sector privado. Creo que es la negociación, con organizaciones al margen de la ley, que menos costo institucional ha tenido. Ha sido desarrollada en un marco jurídico internacional completamente diferente. Obviamente, hay cosas que a la gente no le gustan, pero creo que los beneficios son muy superiores a los costos".

¿Cuál será el rol de los empresarios colombianos en el posconflicto?
"Con la posibilidad para el país de nuevos retos y oportunidades, nuestra responsabilidad es apoyar lo que se está haciendo y tomar posición frente al futuro en materia de crecimiento e inversión en áreas y regiones por construir. El Oriente de Colombia, salvo lo que se hace en petróleo, está sin explotar y allí las opciones son grandes en lo agroindustrial o en lo turístico".

¿En qué punto entrega a Avianca?
"No pretendo asegurar que todo está despejado en el futuro. Creo que hay una compañía sólida, con gran presencia y reconocimiento en el mercado, pero los retos siguen siendo grandes, esto no ha sido fácil y las grandes decisiones siguen por tomar. Vimos la caída de los mercados en 2009 y tuvimos que afrontarla, compitiendo con las mejores aerolíneas del mundo y eso nos ha hecho ser mejores".

¿Y los retos que quedan?
"Hay grandes retos en lo tecnológico, la demanda de los usuarios por mejores plataformas es creciente y tenemos que estar a la vanguardia para ofrecer eso. Hay condiciones complejas de mercado, las líneas de la cancha cambiaron y ahora el mercado latinoamericano que fue creciente, se volvió complejo por cuenta del descenso de los commodities (bienes básicos), una desaceleración de las economías en la región, crisis en mercados importantes como Brasil y Venezuela, devaluaciones muy fuertes, contracción de la demanda y un exceso de oferta de sillas con menores precios".
Y cuando tomó el timón en 2005, ¿qué se veía en el horizonte de Avianca?, ¿había turbulencia y poco combustible?
(Risas). "Eran momentos complejos, la empresa salía del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras, en Estados Unidos, y de un proceso de reestructuración muy grande. La situación financiera era complicada, había 30 o 40 millones de dólares en caja, no se generaban utilidades ni la caja requerida, sin posibilidades de crecimiento, un ambiente laboral difícil, en particular con los pilotos, una operación deficiente en el servicio, una relación con los usuarios muy compleja y de desconfianza grande. Lo más difícil de atender era la desconfianza de los colaboradores frente al futuro de la aerolínea. En una empresa de servicio, donde la actitud de la gente es crítica, el ambiente y la cultura laboral es definitiva y eso se había roto".

Foto: Estrategia y Negocios

En resumen, Avianca volaba bajo...
"Volaba bajito y con un solo motor, pero había expectativas y posibilidades grandes. La presencia de la Federación de Cafeteros y del Grupo Synergy, abría un camino por recorrer que, pensamos, valía la pena. Lo que hicimos fue trazarnos una metas estratégicas, con acciones puntuales de corto plazo orientadas a recuperar la operación, en lo que es clave tanto la seguridad, como la puntualidad y cumplimiento. Tomamos medidas para impactar al cliente y la idea era cómo recuperar la lealtad de los viajeros y la confianza, para fortalecernos comercialmente y traducir eso en resultados financieros".

¿Cómo maniobró para ganar altura y encender los motores apagados?
"Algo fundamental fue enfrentar el tema laboral y de conflicto con los pilotos, que se solucionó mediante un plan voluntario que se ofreció y permitió mejorar de manera definitiva el asunto. Eso lo tradujimos en un mensaje, si se quiere publicitario, y era ‘Aquí están pasado cosas’. Con eso teníamos una doble intención y era decirle a los clientes y a los colaboradores que sabíamos que no éramos excelentes ni buenos, pero a la vez ofrecimos una promesa de cambio y de transformación".

Aún la gente recuerda a Fabio Villegas y a Germán Efromovich atendiendo personalmente a los usuarios en los aeropuertos, ¿eso fue para la estrategia del momento o se mantiene?
"Eso todavía se hace, pero es que esto es mucho más grande de lo que era antes. Entonces teníamos 40 destinos hoy son más de 100 y más de 800 vuelos diarios. No somos capaces de cubrirlo todo, pero lo hacemos porque creemos en eso. Desde el principio pensamos que la creación de una cultura de servicio, que tiene mucho que ver con procesos, entrenamiento o capacitación de personal, tiene un principio elemental y es el ejemplo. Otra cosa que se logró fue recuperar la confianza de los pasajeros, el primer gran logro de la transformación".

¿En qué momento la empresa toma velocidad de crucero?
"Con los resultados financieros positivos pudimos hacer varias cosas: acceder a créditos, los primeros del Banco Mundial, y con esos recursos pudimos montar las licitaciones y los procesos de adquisición de la flota nueva (en 2008 llegan los primeros aviones). En poco tiempo pasamos de tener la flota más antigua de la región a tener la más moderna. Con resultados sólidos, la compañía tuvo una estructura de balance sana en unos mercados crecientes".

Comenzó la expansión...
"En Colombia teníamos unas participaciones de mercado mayores al 60 por ciento y las posibilidades de crecer estaban limitadas y optamos por volcarnos a la economía latinoamericana, por eso nos fusionamos con Taca, que tenía operaciones importantes en Centroamérica y Perú, así crecimos a tasas del 20 por ciento hasta 2013, con resultados excelentes. También accedimos al mercado de capitales con la colocación de bonos y acciones y con eso hicimos parte de las grandes ligas de las aerolíneas. Así llegamos a una empresa que hoy tiene más de 150 aeronaves volando, esperando mover 28 millones de pasajeros, ingresos superiores a los US$4.600 millones y unas utilidades y márgenes importantes".

En su momento, la emisión accionaria generó mucha expectativa, ¿que pasó con la acción que estuvo por encima de los 5.000 pesos y está en 1.720 pesos?
"Le tengo que confesar que de las mayores frustraciones que tenemos es el comportamiento del precio de la acción. Creemos que el precio de la acción no refleja el valor de la compañía. Hay una afectación grande por temas de mercados de capitales, economías internacionales, cambios de direccionamiento de los capitales de inversión y eso se ha dado en los últimos meses".

Y un entorno más adverso...
"Hubo un cambio de tendencias en lo que ocurría con las empresas aéreas en América Latina, no quiere decir eso que Avianca no esté generando utilidades, pero estamos enfrentando una situación difícil de afectación de la demanda e impacto de la devaluación. Eso ha hecho que el precio de las acciones caiga, no solo las de Avianca. Lo cierto es que el precio de la acción está hoy lejos de reflejar el valor que tiene la compañía. Miramos los análisis y todos coinciden en que el precio debería estar en el doble del que tiene".

¿Qué se puede hacer?
"Nos preocupa el asunto y la manera de reaccionar no es interviniendo, no vamos a especular, y más bien nuestra responsabilidad es que la compañía se mantenga sólida financieramente y mantenga su estrategia de crecimiento rentable y de liderazgo".

De otro lado, ¿Avianca le dejó el mercado regional a otras líneas?
"No. Lo que pasa es que tenemos limitaciones técnicas. Antes operábamos una flota grande de Fokker 50, suspendimos su operación y los reemplazamos por los ATR y hoy somos los únicos operadores en Manizales o Tumaco y seguimos operando en Pasto. Hemos crecido y ampliado la red yendo a Florencia, Yopal o Villavicencio. Quisiéramos hacer más, pero ese avión es relativamente grande (70 pasajeros) y no en todo sitio se puede introducir".

¿Qué efecto tuvo en Avianca la entrada de las aerolíneas de bajo costo?
"En Colombia ha tenido un impacto, pero Avianca ha logrado adaptarse a esa realidad y dentro de nuestra estructura tarifaria hemos generado una serie de tarifas promocionales, equivalentes a las que ofrecen esas empresas. Se dice que las tarifas cayeron por la presencia de esas aerolíneas y eso no es correcto. Avianca hoy tiene muchísimas más sillas a tarifas promocionales, que las que tienen el conjunto de aerolíneas de bajo costo. Somos quienes hemos generado dinamismo en ese mercado y puesto a disposición de los colombianos tarifas bajas para viajar".

¿Qué le espera al próximo capitán de Avianca?
"Una aeronave nueva, con mejores elementos tecnológicos, volando sin ningún tipo de aviso operacional, pero con grandes retos porque esto no funciona con piloto automático. Esto requiere gestión, capacidad de entender dificultades y de maniobrar y llegar al aeropuerto de manera segura".

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE