<address>El inversionista Kirk Kerkorian.</address>En 2006, Carlos Ghosn, presidente ejecutivo de Nissan Motor Co. y Renault SA, se ali&oacute; con el inversionista multimillonario Kirk Kerkorian para proponer una ampliaci&oacute;n de la alianza e incluir a GM. Kerkorian ten&iacute;a una participaci&oacute;n importante en GM y en su momento presion&oacute; por grandes cambios en la compa&ntilde;&iacute;a de Detroit. Ejecutivos de GM respondieron con una investigaci&oacute;n de varios meses sobre una alianza con Nissan-Renault, pero concluyeron que el riesgo no val&iacute;a la pena.En 2008, cuando GM y Chrysler, que entonces ten&iacute;a propiedad de capital cerrado, se dirig&iacute;an hacia la bancarrota, los ejecutivos de ambas empresas persiguieron una alianza con el fin de sobrevivir, pero m&aacute;s tarde lo abandonaron. Barra est&aacute; convencida de que las fusiones a gran escala rara vez funcionan, y que GM tiene escala suficiente para prosperar como un fabricante independiente.Barra ampliar&aacute; sus argumentos el martes en la reuni&oacute;n anual de accionistas de GM en Detroit. Su objetivo es situar a la automotriz en el cuartil superior de las empresas de autom&oacute;viles en t&eacute;rminos de retorno sobre la inversi&oacute;n, as&iacute; como convertir a GM en la compa&ntilde;&iacute;a automotriz m&aacute;s valiosa del mundo.Marchionne ha dicho que para los pr&oacute;ximos a&ntilde;os ve un sector del autom&oacute;vil consolidando en torno a tres empresas con capacidad de producir cada una unos 15 millones de autos al a&ntilde;o. Volkswagen, Toyota Motor Co. y GM son los mayores fabricantes de la industria y producen unos 10 millones de unidades al a&ntilde;o cada uno. Fiat Chrysler es un s&eacute;ptimo distante con 4,7 millones el a&ntilde;o pasado.</div>