Cuando Rubén Bustamante y Alfonso Bustamante fundaron Bustamante & Bustamante, hace 30 años, panamá vivía los años finales de la dictadura de Manuel Antonio Noriega.
En ese momento, la visión de su firma de consultoría era clara: aprovechar la reconversión del país y contribuir a la nueva economía panameña.
Rubén y Alfonso se enfocaron en brindar servicios relacionados con la Zona Libre de Colón. así comenzó una historia de crecimiento que evolucionó a una firma de carácter internacional, pues en 2007 se alió con uno de los más grandes despachos de consultoría del mundo: BDO.
La red global de BDO está presente en más de 167 países. En Reino Unido ya audita a la mayor cantidad de empresas listadas en bolsa y está ganando terreno como auditor externo de gigantes corporativos, como SAP.
En Panamá, BDO cuenta con unos 200 profesionales que acompañan a sus clientes en sus retos y objetivos de negocio desde la asesoría de impuestos, consultoría financiera, auditoría, contabilidad, hasta nuevas áreas de transformación digital, dice Rafael Rivera, socio director de BDO en Panamá.
Así como los fundadores de Bustamante & Bustamante encontraron oportunidades en un contexto desafiante, BDO Panamá quiere volverse en un aliado de las empresas que buscan retomar la senda de reactivación económica en Panamá y Centroamérica, tras la pandemia del COVID-19.
Rivera define a BDO como un proveedor global de servicios integrados, que apuesta fuertemente a la tecnología. "El modelo tradicional de entenderme a mí mismo solamente como abogado o contador creo que no está dando respuesta a las necesidades del mercado y sus clientes, se requiere hacer una integración de servicios múltiples", evalúa.
Nuevas Alianzas
"Hemos iniciado proyectos para prestar servicios de tecnología y transformación digital de nuestros clientes robusteciendo nuestra base de talento profesional, justo es el momento para transformarnos en el principal prestador de servicios integrados tanto en panamá como en Centroamérica", sostiene Rivera.Esta estrategia holística ha llevado a BDO Panamá a su integración con IThink Panamá, especialista de servicios de analítica y transformación digital, en un proceso que inició en octubre del año pasado. A inicios de marzo, también formalizó una alianza estratégica con Invertis Securities, que brinda asesoría sobre estructuración de deuda, levantamiento de capital a través de emisiones y servicios de finanzas corporativas.
Además, la firma posee la unidad de negocios BDO Business Services Outsourcing, que puede desempeñar los papeles de contador o auditor interno, así como la tercerización de la administración de la tesorería; y de BDO legal, especializada en derecho empresarial, la cual asesora, asiste y da representación legal en materia de apertura y manejo de negocios, desde la obtención de las licencias iniciales, contratos laborales, derecho corporativo, migratorio y laboral hasta el área más especializada de BDO, el derecho fiscal.
"Acompañamos a nuestros clientes para que aprovechen los beneficios y disposiciones fiscales que les pueden asegurar una posición eficiente en materia de impuestos y que además cumplan con todas sus obligaciones fiscales con el efecto de evitar multas o sobrecostos", dice Rivera. BDO Panamá está dando pasos para ampliar sus servicios en el istmo centroamericano.
En Costa Rica, formalizó la integración de la firma de abogados González & Uribe, a inicios del año pasado; también tiene presencia en Honduras y Nicaragua.
Oportunidades para la Reactivación Económica
Panamá y Centroamérica tienen sinergias que se pueden aprovechar, como por ejemplo los sectores de logística y de bienes raíces, plantea Rafael Rivera, socio director de BDO Panamá.Recientemente se aprobó el ‘leasing’ inmobiliario, con lo que se intenta apoyar al sector y a los potenciales adquirientes de productos inmobiliarios en Panamá.
Por otra parte, en 2020, el gobierno panameño aprobó una legislación que crea un régimen especial denominado Emma, dirigida a la atracción de más inversiones.
En los próximos meses se avecina una ola de fusiones y adquisiciones. "No hay que perder de vista de un posible plan de compras de grupos europeos, norteamericanos y asiáticos en Latinoamérica, esa es la visión de la región probablemente para 2022 y 2023", vislumbra Rivera.
