Empresas & Management

Progreso, legado de más de 120 años desde Guatemala

Las buenas decisiones en momentos difíciLes han sido clave para el crecimiento de progreso. Lo fueron cuando hubo terremotos y cuando la crisis económica mundial de la década de los años 30 alcanzó a las empresas guatemaltecas. Recientemente, otras crisis han afectado la empresa y una pandemia no es excepción.

2021-01-04

Por E&N para Progreso

Han transcurrido más de 80 años desde que Cementos Progreso pasara a manos de la primera generación de sucesores de don Carlos F. Novella. en 1932, luego de que el fundador se retirase de la empresa, sus hijos estuardo y enrique novella camacho asumieron la responsabilidad de hacerla crecer. Desde entonces, dos generaciones más se han sumado a la evolución, han sabido adaptarse a los tempos y hacer que su legado trascienda.

Hijo de un inmigrante italiano, Carlos F. Novella Klee nació en 1871, en Guatemala. Se graduó de ingeniero civil en la Universidad de Lovaina, en Bruselas, Bélgica, en 1892. A su regreso a Guatemala, en 1897 adquirió la finca La Pedrera. En octubre de 1899 -en una ciudad cuyas edificaciones eran de ladrillo y adobe- don Carlos decidió impulsar una empresa, con la que se inauguró la producción de cemento. La primera planta de producción se estableció en La Pedrera y la comercialización de cemento y cal se inició en 1901.

En 1917, la ciudad de Guatemala se vio sumamente destruida a causa de los terremotos. El cemento se volvió indispensable para la reconstrucción de la capital. "La empresa trabajó en programas de reconstrucción de la ciudad", cuenta su actual CEO, José Raúl González Merlo. La producción alcanzaba los 500 sacos de cemento diarios y se habían iniciado las ampliaciones de la fábrica.

" Don Carlos F. Novella fue un visionario en el campo empresarial y también en el de la responsabilidad social. El legado más importante está reflejado en las diferentes generaciones de colaboradores que han gestionado Progreso", agrega. Luego de la crisis de la gran depresión de principios de los años 30. Don Carlos no quería despedir a sus trabajadores, aunque la demanda de cemento había caído tanto que, literalmente, no había trabajo que hacer. Consideró que podían trabajar reforestando el área norte de la finca La Pedrera que era la propiedad que ocupaba la fábrica. El área reforestada es el bosque conocido como el tablón, uno de los más importantes pulmones de la Ciudad de Guatemala. En los años 80, la familia rescató esa práctica y así comenzó el programa de reforestación conocido como agrobosques.

Foto: Estrategia y Negocios



"Hemos sembrado más de 27 millones de árboles con el propósito de recuperar las cuencas hidrográficas del país. Este año habremos sembrado el árbol 1 millón en la cuenca del lago de Atitlán para preservar uno de los lagos más hermosos del mundo", cuenta González Merlo. Esta y muchas otras historias de Progreso -con mayúscula- son parte del "ADN corporativo" y darlas a conocer es una forma de preservar el legado del fundador.
De acuerdo con la estrategia empresarial, la sostenibilidad de Orogreso se fundamenta, a decir del CEO, en cuatro pilares: "externamente, la empresa trabaja firmemente por ser el proveedor favorito de nuestros clientes, ser el empleador preferido, ser un líder ambiental y un buen ciudadano corporativo". Internamente: "buscamos que nuestros colaboradores actúen de acuerdo con nuestra agenda de liderazgo, documento que resume los comportamientos deseados, cimentados en el código de valores, etica y conducta de progreso". poner en marcha esos procesos ha sido clave, y "nos ha permitido trascender durante 121 años y decir que contamos con una cultura robusta que esperamos, nos mantenga por 100 años más".

Desde los cimientos:

1899. Carlos F. Novella funda Cementos Progreso en la finca La Pedrera y así comienza el negocio familiar.

1938. El fundador se retira de la empresa y delega la administración en sus hijos estuardo y Enrique Novella Camacho.

1948. Fallece Carlos F. Novella, a los 76 años de edad, en el lugar donde nació la industria cementera de Guatemala, en la finca La Pedrera.

1974: La empresa inauguró la segunda planta de Cemento San Miguel, en Sanarate, departamento de El Progreso. La construcción de una segunda línea de producción se llevó a cabo en 1979 y una tercera línea, en 1998, con el fin de abastecer todo el mercado nacional.

2018. Concluyó la construcción de la planta San Gabriel en el municipio de San Juan Sacatepéquez, en Guatemala, y en 2019 se celebró su pleno funcionamiento.

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