Empresas & Management

Por qué el mindfulness es importante para los emprendedores

Las técnicas de mindfulness ayudan a disminuir la fatiga y a minimizar las bajas de personal.

2019-11-17

Por Entrepreneur

Respira lento, profundo. Inhala a través de tu nariz y exhala por la boca. Conforme sigues respirando profundamente, revisa cómo se siente tu cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Siente las sensaciones en tu cabeza, en tu cuello y en tus hombros, luego ve bajando lentamente hacia tus piernas, tus rodillas y tus tobillos hasta llegar a tus pies. Siente el ritmo de cada respiración, cómo se mueve el aire entrando por tu nariz y pasando por tus labios conforme exhalas.

Ya estás en el presente. Mantenerte atento a lo que está pasando en este momento, aquí y ahora, es la clave para encontrar una mayor inspiración, acceder a tu creatividad y vivir una vida mucho más significativa y satisfactoria.

Mantenerte consciente en medio del caos de los negocios
El ejercicio de respiración que acabas de hacer es un ejemplo de mindfulness, definida por el Greater Good Science Center de la UC de Berkley como "mantener la consciencia momento-a-momento de nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones corporales y de lo que nos rodea a través de un lente gentil y amable".

El mindfulness fue, en algún momento, un término reservado a los estudios de yoga y los templos budistas, pero en años recientes se ha convertido en un tema importante en Silicon Valley. No es casualidad que Bobby Axelrod, el inversionista CEO en la serie Billions de Showtime tenga una habitación para meditar en sus oficinas.

"Mindfulness es una de las formas que eligen los emprendedores para combatir la factura que pasan los correos, las largas horas de trabajo y los demás aspectos de nuestra acelerada cultura laboral" dice Richard Branson, fundador de Virgin. También hay estudios que demuestran que la meditación mindfulness puede disminuir los niveles de cortisol en la sangre, mejorando nuestra capacidad para procesar información y manejar el estrés.

Y lo que es más importante: estar conectado con el presente nos recuerda que la vida es lo que está pasando ahora. Puede que tengamos grandes objetivos, pero si siempre estamos viendo hacia el futuro o recordando el pasado, nos perdemos las experiencias que tenemos disponibles en este preciso momento.

El alto costo del ajetreo

Los emprendedores siempre están presionados por ir más allá. Buscamos el crecimiento inmediato y los grandes números de ventas. Vemos a otros triunfar y tener objetivos ambiciosos para ganar más dinero, tener mejor estatus y expandir nuestros negocios.

Como fundador de JotForm, es raro conocer a otro emprendedor que no esté cansado. Muchos han perdido relaciones personales y otros van de allá para acá como súperhumanos hasta que su cuerpo les demande bajar el ritmo.

Incluso nuestros modelos a seguir nos dicen que el emprendimiento es una propuesta de todo o nada: "Nadie ha cambiado al mundo trabajando sólo 40 horas a la semana" tuitea Elon Musk, y todos asentimos. Y eso es porque Musk no está del todo equivocado. Lograr objetivos ambiciosos requiere de mucho trabajo. El emprendimiento no es un camino fácil. Pero la productividad, incluso en nuestros propios términos, es sólo una parte de una buena vida, sobre todo cuando la ambición por triunfar termina por enfermarnos.

Estudios globales muestran que aunque estamos conectados constantemente, nos sentimos más solos que nunca. Nuestra ansiedad colectiva está llegando a números récord: 39 por ciento de los estadounidenses dijeron sentirse más ansiosos en 2018 que en 2017. Nuestra búsqueda constante de productividad nos está enfermando. Este es un precio muy caro que pagar por "triunfar".

Viviendo en un limbo mental
Además de los efectos físicos del exceso de trabajo, el ajetreo constante nos mantiene en un estado de limbo entre el momento presente y nuestro futuro idealizado. Eventualmente, vivir entre estas dos realidades nos pasa factura.

Søren Kierkegaard, el filósofo danés del siglo 19, dijo alguna vez que la búsqueda de la productividad exhala tristeza: "Una persona infeliz es la que tiene un ideal, la felicidad de su vida, la satisfacción de su consciencia, la esencia de su ser, fuera de sí mismo. El hombre infeliz siempre está ausente de su ser, nunca presente para sí mismo".

Conforme perseguimos un mañana ideal, pensamos que nuestra falta de presente momentánea nos dará resultados. Creemos que vale la pena sacrificar nuestro tiempo, nuestra salud y nuestras relaciones por un gran lanzamiento o un objetivo fundamental para nuestro negocio. Pero si siempre estamos viendo hacia delante, nos perdemos la dicha y la inspiración del momento presente, que es lo que necesitamos para sentirnos en paz y satisfechos.

Piénsalo: ¿Cuándo fue la última vez que viviste realmente el momento? ¿Cuándo escuchaste una canción sin revisar tu correo o te tomaste una taza de café sin revisar Instagram? Si no puedes recordarlo, no te preocupes. No pretendo juzgar, sino recordarnos amablemente a todos que mucho de lo que buscamos ya está disponible para nosotros, en este momento.

Cómo practicar el mindfulness
El presente es concreto y sensorial. Es la primera mordida jugosa de una manzana o el rayo de sol que calienta tu cara. Conectar con tus cinco sentidos es la forma más rápida de detener tu mente. Tal como un ejercicio de respiración puede hacer que te concentres en tu cuerpo, unos cuantos minutos de mindfulness pueden mejorar tu concentración y regular tus emociones.

Atender los desafíos en el presente, en lugar de imaginar cómo deberían de ser o cómo fueron, es una forma poderosa de reducir el estrés. Desarrollar una cultura de mindfulness en el trabajo también puede fortalecer a tu equipo. Tal como escarbe la CEO de Squad, Isa Watson, enfocarte en el momento presente es una práctica importante cuando sólo 34 por ciento de los empleados se sienten verdaderamente comprometidos con su trabajo. Las técnicas de mindfulness puede ayudar a disminuir la fatiga y como resultado, disminuir la salida de empleados.

Incluso puedes considerar una meditación en grupo antes de tu siguiente junta creativa. Incluso 10 minutos pueden hacer una diferencia. En un estudio reciente, los estudiantes de Holanda que realizaron una meditación corta antes de una sesión de lluvia de ideas generaron un rango de ideas más amplio que los que no lo hicieron. Y los estudiantes que meditaron tenían una actitud más positiva, algo que sabemos que mejora la productividad.

Como sea que elijas ser consciente, el punto no es abandonar nuestros objetivos ni nuestra ambición empresarial, sino reconocer las diferencias entre la productividad obsesiva y el poder de estar presentes. Vivir el momento es una elección, y afortunadamente, es una que podemos tomar continuamente, todos y cada uno de los días.

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