Empresas & Management

Cómo la circularidad en las empresas promueve el crecimiento del empleo formal

El modelo circular fomenta el empleo (incluso de aquellos que hoy no existen), genera valor agregado gracias a la innovación, incentiva por parte de los consumidores mayor compra de bienes y servicios.

2019-10-05

Por Ana Cristina Camacho, estrategiaynegocios.net

La perspectiva de 9.000 millones de habitantes en el planeta hacia el 2050 tiene a muchos actores sociales no solo preocupados, sino también movilizando ideas, recursos, alianzas y acuerdos.
Desde la óptica de la sostenibilidad, la fusión entre gobierno y empresas trabajando conjuntamente por soluciones desde un modelo productivo más amigable, se hace cada vez más urgente. Andrea Somma, CEO y fundadora de la Fundación Omina advierte que, en el marco de las decisiones por enfrentar la desaceleración económica y ambiental, hoy el mayor desafío de los individuos está en conciliar su preocupación por el fin del mundo con el cómo llegar a fin de mes.

La crisis requiere soluciones integrales explica Somma, la sociedad requiere dejar de lado la visión fragmentada para unirse en una alianza renovada por el planeta. Omina, que pretende brindar conocimiento e información actualizada y pasar del desaliento a la acción, empuja hacia la promoción de una economía circular, con menor huella ambiental, y descarbonizada.

Somma condujo en junio anterior un seminario sobre economía circular realizado en Costa Rica, cuya experta invitada fue Femke Groothuis, fundadora del think tank EX- TAX; organización holandesa que trabaja con líderes y expertos a nivel mundial para el desarrollo de políticas que estimulen el uso intensivo de mano de obra y desalienten la extracción de recursos naturales y la contaminación.

Para Groothuis el modelo circular es el único capaz de corregir el rumbo de la contaminación, del uso excesivo de materias primas y de acabar con el paradigma de un crecimiento basado en el uso de recursos. El crecimiento económico lineal es el que ha favorecido la extracción y uso de combustibles fósiles, al uso excesivo del agua, de pesticidas, de agroquímicos y fertilizantes.

La circularidad en cambio ha demostrado con casos concretos de países europeos, su capacidad para promover crecimiento del empleo formal, incremento en los indicadores de innovación y reducción de sus costos de manufactura. Casos ejemplificantes son el de Ikea, Google, Phillips o el sector automotriz con modelos de autos movidos por energía solar.

Es una opción para detener el caos ambiental sí, pero también para abrir la llave a nuevas oportunidades como bien lo dice Claudia Dobles, Primera Dama de Costa Rica. El modelo circular fomenta el empleo (incluso de aquellos que hoy no existen), genera valor agregado gracias a la innovación, incentiva por parte de los consumidores mayor compra de bienes y servicios.

"La economía lineal ya no aguanta más. El sostenerse a partir de la maximización en el uso de los recursos y de un crecimiento basado en el uso de esos recursos ya no puede más", admitió Groothuis, al tiempo que advertía sobre el impacto que generarán algunas industrias de continuar afincadas en un modelo lineal: el textil y el alimentario por ejemplo, con alto consumo de combustibles fósiles.

Sobre el sector textil, ¿sabe cuántos recursos se requieren para la producción de prendas?. Es la segunda industria emisora de dióxido de carbono, según un reciente informe de la Comisión Económica para Europa de Naciones Unidas (UNECE). De acuerdo al estudio, genera aproximadamente el 20% del agua residual o contaminada del mundo; más de 21.000 millones de basura en un año. El agua que se requiere para producir una sola prenda (por ejemplo, una camiseta de algodón), se estima en 2.700 litros, la cual una vez incorporada al ciclo de producción termina siendo vertida con químicos y otras sustancias contaminantes en ríos, lagos y otras fuentes de agua.

La experta holandesa también reconoce los desafíos de los modelos productivos actuales de cara a los compromisos de la Agenda 2030 (Objetivos de Desarrollo Sostenible). El mundo requiere entre US$5 y US$6 trillones al año para avanzar en los ODS y no será posible lograrlos bajo la lógica lineal. Solo un enfoque basado en el rediseño de los productos, la disminución y reuso de las materias primas; la apuesta a la carbono neutralidad y la regeneración, podrán lidiar con dichos retos.

Dado que la circularidad es un modelo incluyente, los espacios para que las personas participen en procesos de cocreación, innovación y rediseño multiplicarían las oportunidades de nuevos empleos. Los nuevos puestos de trabajo aparecerían en concordancia con los distintos eslabones de dicha cadena circular.
Hay ejemplos claros en ese sentido. Uno de ellos es la empresa Green-Nettle Textile que involucra a las comunidades locales en los proyectos de plantaciones de ortiga en laderas no cultivables para obtener tejido similar al lino pero ecológico. La fibra ecológica reduce por supuesto, el uso de fibra sintética, disminuye la huella ambiental y exime del ciclo productivo los químicos para dar paso a tintes vegetales.

MUD Jeans es otro ejemplo de producción circular. La empresa se propuso a romper con las malas prácticas de la industria textil tradicional. Adoptó una política de jeans éticos y un sistema de alquiler. Recupera fibras para ser recicladas y vueltas a convertir en productos de calidad. Además, repara prendas de manera gratuita, los clientes conservan el jeans el tiempo que quieran y luego se los reparan gratuitamente o los pueden cambiar por uno nuevo, una vez termine el período de alquier de un año.

De esta forma, MUD Jeans usa 1.500 litros de agua en lugar de los 7.000 litros usuales en la industria, lo que les ha permitido ahorrar 300 millones de litros con el adicional de tener plantas de reciclaje para lanzar al exterior agua más limpia. En cuanto a reciclaje, la empresa asegura que en los últimos tres años ha evitado enviar a los vertederos unos 12.000 jeans.

Las ciudades ahogan a América Latina

El proceso acelerado de urbanización que vive la región latinoamericana genera una elevadísima presión sobre los recursos naturales.
Casi el 80% de la población habita en ciudades, lo que la convierte en la
región más urbanizada del mundo en desarrollo. De acuerdo con el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas hacia el 2050, el 68 % de la población mundial vivirá en zonas urbanas. No hay mucho análisis que hacer, la ecuación es simple: las decisiones políticas, técnicas y económicas en torno a las ciudades, moldearán el futuro del desarrollo sostenible que todos los países aspiran.

Las ciudades producen el 70% de las gases efecto invernadero y la mayor parte de los residuos; el 75% de las aguas residuales terminan en ríos y pozos sépticos; solo el 6% de los residuos se recicla, se desperdicia el 40% de los alimentos y un millón de especies están en peligro de extinción.
Se requieren al menos cuatro pilares para caminar hacia un modelo más sostenible: liderazgo, colaboración, compromiso e innovación.

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