Empresas & Management

Inteligencia emocional: Cómo lograr cambios duraderos

El autorreconocimiento y la conciencia del impacto del entorno son claves para encarar cualquier proceso.

2019-08-25

Por: Kerry Goyette, La Nación (Argentina)

Cuando se necesita hacer un cambio grande, la respuesta inicial tiende a ser: armarse de voluntad, hacer un plan y avanzar. Sin embargo, a menudo no se piensa en el cuadro holístico y no se toman en cuenta factores como las emociones, las influencias relacionales y el medio.

Si se quiere tomar decisiones de un modo emocionalmente inteligente, hay que ser consciente de cómo estos factores influyen en la toma de decisiones. La inteligencia emocional (conocida como IE) no tiene que ver solo con introspección y empatía, pese a lo que generalmente se escucha. IE es el uso inteligente de la emoción no solo en términos de yo, sino también de nosotros.

Es fundamental analizarse uno mismo antes de pasar a examinar las comunidades y grupos que influyen y dan forma a su medio y finalmente considerar su propósito.

Estos son tres elementos que se deben considerar antes de actuar:

1 Autorreconocimiento

Para hacer un cambio, hay que ser conscientes de la conducta contraproducente. Y no solo eso: también hay que ser conscientes de por qué se tienen esos hábitos. ¿Es por temor al fracaso, temor a ser vistos como malos empleados o temor a cometer errores? Estas motivaciones a menudo son profundas. La gente desarrolla estos hábitos dañinos porque le sirvieron en el pasado. Evitar el conflicto, por ejemplo, anteriormente puede haberlos protegido. Pero lo que pudo haber sido una estrategia que ayudó a manejar situaciones puede convertirse en un impedimento para el avance. Si quiere un cambio duradero, se debe empezar por el autorreconocimiento. De ese modo, una persona entiende lo que la mueve y sus motivaciones. Entonces puede hacer mejores evaluaciones respecto de si está haciendo los cambios por las razones correctas y cómo llevarlos a cabo.

2 Reconocimiento social

Una vez que se conoce lo que mueve a actuar a cada persona, se debe dirigir la atención a las personas que lo rodean y advertir cómo los impacta su conducta, ya sean colegas, clientes, amigos o familia. Pero debe ser una calle de dos vías: no hay que pensar en cómo su conducta impacta en los demás, sino también cómo la conducta de otras personas termina afectando a cada uno. Si uno descubre lo que provoca su reacción de luchar o intento de huida, puede anticiparlo. También puede hacer un plan para su cerebro que no termine derivando en conductas contraproducentes.

3 Diseñar estructura

Una vez que entienda lo que motiva su conducta negativa y cómo impacta a su equipo y la compañía, tiene que pensar en cómo puede hacer cambios en el medio. Eso significa introducir sistemas y controles que inhiban las conductas contraproducentes y den soporte a las que son beneficiosas.

Los procedimientos y el medio fueron diseñados para responder a los temores. Antes de estos cambios, una persona puede sentir que se trata de la única capaz de darles una respuesta. Pero cuando se aprovecha el potencial de un equipo de trabajo, los resultados mejoraron, y también la cultura de la empresa.

Para tomar una decisión emocionalmente inteligente se necesita tener plena comprensión de yo, nosotros y por qué. El uso inteligente de las emociones significa que tiene noción de los motivadores de su cerebro y aprende a reconocerlos cuando aparecen.

Partiendo de estos tres elementos, una persona estará en una mejor situación para hacer cambios duraderos y positivos.

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