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¿Qué salario lo hace alcanzar la felicidad?

La felicidad es compleja y depende de cada persona, pero, no cabe duda que la compensación económica es crucial para valorar un empleo.

2019-03-22

Por estrategiaynegocios.net

Un empleado bien pagado es uno más motivado y cumplidor en metas y esto es un aspecto psicológico que se plasma, perfectamente en la Pirámide de Maslow, la teoría psicológica que hace referencia a la motivación humana y que sigue más vigente que nunca. Abraham Maslow aseguraba que eran necesarios unos niveles mínimos de salario para cubrir nuestras necesidades y sin esto es muy difícil ser feliz.

Ante esto surge la pregunta: ¿Existe un sueldo que dé la felicidad? Gonzalo Hervás, profesor de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid, explica que todo lo relacionado con la felicidad es muy complejo: 'Hay variables que la distorsionan como la comparación social. Calcular qué se merece uno es complicado y calcularlo tomando como referencia a otros puede afectar negativamente. Es difícil sentirse plenamente feliz y lo más sencillo es pensar en términos económicos. Sin embargo el efecto de ganar una gran cantidad de dinero dura entre seis meses y un año, la adaptación es muy rápida'.

Hervás cree que no es solo un salario monetario lo que hace que un empleado con años de experiencia aprecie su trabajo, sino que también son importantes otros aspectos como el ambiente laboral o la convivencia con el jefe.

'La experiencia laboral es lo que nos da las opciones necesarias para valorar en su justa medida otras cosas no relacionadas con el sueldo, como la importancia de tener un buen ambiente laboral o un buen jefe', agrega el experto.

En opinión de Belén Varela, autora de Jobcrafting (Ed. Empresa Activa), la felicidad necesita dos aspectos básicos: 'En primer lugar, que encontremos en nuestro trabajo una fuente de sentido, que sepamos que es importante porque impacta positivamente en otras personas y, en segundo lugar, que suponga un desafío para nosotros. Necesitamos tener la percepción de que nuestras fortalezas, conocimientos y habilidades se ponen en valor cuando trabajamos.

Otros factores, como el descanso adecuado, las interacciones positivas, la variedad de tareas o la autonomía, también contribuyen a que nos sintamos bien en un plano más hedonista, pero la clave de la felicidad está en los dos primeros'.

McEncroe recuerda que 'en el trabajo, la habilidad de encontrar sentido en lo que hacemos quizá es más importante que el nivel salarial. Cuando vinculamos nuestra felicidad a cosas materiales o al poder, nunca vamos a ser felices porque siempre queremos tener más'.

Un estudio de Princeton University, centrado en evaluar el impacto que el nivel de ingresos tiene en la felicidad y bienestar emocional de los americanos, que desvela que en la actualidad a partir de los US$75.000 de ingresos los índices de felicidad y bienestar no son más altos.

Insiste Martín que en el documental Happy, emitido en Netflix, recoge que en Estados Unidos, a pesar de que los ingresos de la población se han duplicado en los últimos cincuenta años, la felicidad de las personas se ha estancado.

McEncroe hace una reflexión sobre un concepto de los estoicos: 'Somos máquinas de aprendizaje, esa es nuestra verdadera naturaleza. Basta con observar cómo juegan los niños para confirmar que es cierto. Por lo tanto, en el trabajo, actividades que ofrecen la oportunidad de aprender y crecer pueden estar más vinculadas a la felicidad que el dinero que te pagan'.

Con información de Expansión

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