RSE: Empresas de Centroamérica pierden el miedo a rendir cuentas

Por Ana Cristina Camacho Las empresas centroamericanas est&aacute;n perdiendo el miedo a rendir cuentas por medio de informes de sostenibilidad. Aunque ha sido un proceso lento -seg&uacute;n el n&uacute;mero de empresas u organizaciones que presentan con regularidad sus informes -un total de 28 en la regi&oacute;n para el 2017- est&aacute;n en un momento importante porque comienzan a reconocer las ventajas de hacerlo: ganan en transparencia, en reputaci&oacute;n, mejoran el manejo de riesgos, fortalecen la relaci&oacute;n con sus grupos de inter&eacute;s, incrementan la fidelidad de sus clientes. El proceso de maduraci&oacute;n hacia los reportes de sostenibilidad contin&uacute;a en la regi&oacute;n y es de esperar que a&ntilde;o a a&ntilde;o m&aacute;s empresas y organizaciones decidan hacerlo, teniendo en cuenta que reportar deber&iacute;a ser el &uacute;ltimo eslab&oacute;n de una cadena de correcta gesti&oacute;n, en la cual primero est&aacute;n la identificaci&oacute;n de temas relevantes o materiales para el negocio, definici&oacute;n de impactos, el di&aacute;logo permanente con p&uacute;blicos de inter&eacute;s, la ejecuci&oacute;n de la estrategia de sostenibilidad, con sus indicadores y sistemas de medici&oacute;n. Documentar los resultados y hacerlos p&uacute;blicos, por medio de informes, es fruto entonces de un proceso de madurez que lleva su tiempo. Esta es la visi&oacute;n de Jimena Samper, Manager de Global Reporting Iniciative (GRI) para Hispanoam&eacute;rica y experta en asuntos de paz y desarrollo, sostenibilidad y responsabilidad social. Con ella conversamos durante una visita que realiz&oacute; a Costa Rica invitada por la Embajada de los Pa&iacute;ses Bajos. La buena noticia es que Am&eacute;rica Latina, en general, muestra una tendencia creciente en ese sentido: mientras en 2000 solo reportaron 3 empresas, a 2005 sumaron 30, y el a&ntilde;o pasado ya totalizaron 842, de acuerdo con datos de GRI . Esto responde, desde la perspectiva de Samper, a dos grandes factores: al reconocimiento de beneficios de los que se hace menci&oacute;n arriba, y al aumento de exigencias de los mercados internacionales, de clientes e inversionistas que ya est&aacute;n viendo la sostenibilidad, la transparencia y los informes como un activo valioso m&aacute;s all&aacute; de los simples estados financieros. Termina siendo un asunto cultural, de contextos pol&iacute;ticos y econ&oacute;micos, de madurez empresarial, de cu&aacute;n acostumbrados est&aacute;n a publicar sus estados financieros. Centroam&eacute;rica e incluso Am&eacute;rica Latina, no podr&iacute;a compararse con Europa por ejemplo, que tiene un largo caminar en temas de responsabilidad social, con leyes, reglamentos y directrices m&aacute;s robustos hacia y desde las empresas.De hecho, en materia de informes de sostenibilidad bajo el est&aacute;ndar GRI, el a&ntilde;o pasado el viejo continente report&oacute; 1979. El mundo est&aacute; cambiando, dice Samper: en la d&eacute;cada de los 70, seg&uacute;n estudios recientes de KPMG, cerca del 80% del valor de mercado de una empresa reca&iacute;a en los activos f&iacute;sicos y financieros, es decir, en los tangibles, mientras los intangibles apenas representaban el 20%. Hacia el 2010 el panorama se revirti&oacute; puesto que los intangibles supon&iacute;an el 80% del valor de una empresa contra el 20% de los tangibles.&quot;Toda esta tendencia por la sostenibilidad, la gesti&oacute;n de riesgos, preocuparse por atender los impactos sociales y ambientales est&aacute; ganando terreno y no hay marcha atr&aacute;s; tan importantes est&aacute;n siendo los estados financieros como los no financieros&quot;, recalc&oacute; la experta. Nuevas agendas mundiales Los GRI son herramientas de gesti&oacute;n en comunicaci&oacute;n. Tanto los est&aacute;ndares como la organizaci&oacute;n que naci&oacute; para darle credibilidad y fiabilidad a los informes, han ido transform&aacute;ndose a lo largo de los a&ntilde;os, desde 1997 cuando nacieron fruto de un proyecto entre el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Coalition for Environmentally Responsible Economies (CERES). Desde julio de este 2018, los informes deben aplicar la nueva versi&oacute;n, ya no la gu&iacute;a sino los est&aacute;ndares GRI que permiten una implementaci&oacute;n m&aacute;s sencilla y amigable. Ahora las peque&ntilde;as y medianas empresas (pymes) tienen su gu&iacute;a, como tambi&eacute;n algunas industrias en particular. De acuerdo con la consultora, las grandes empresas que tienen a pymes en su cadena de abastecimiento deber&iacute;an impulsar en ellas el tema de la sostenibilidad dado el aporte a la producci&oacute;n y al peso que tienen para incrementar la competitividad dentro de sus cadenas de valor. No hay que olvidar que cerca del 90% de la econom&iacute;a mundial se mueve gracias a la existencia de pymes.De hecho varios pa&iacute;ses, entre ellos Colombia, Vietnam, Ghana, Per&uacute; e Indonesia, participan en un programa financiado por la cooperaci&oacute;n suiza sobre negocios competitivos para el apoyo de pymes. El objetivo es llevarlos hacia conductas responsables y hacia el reporte de sostenibilidad motivados principalmente por la presi&oacute;n que ejercen grandes empresas para demostrar que cuentan con una cadena de valor sostenible. Gracias al programa se les brinda capacitaci&oacute;n sobre est&aacute;ndares y talleres de acompa&ntilde;amiento para la correcta elaboraci&oacute;n de reportes.&quot;El reporte no da ganancia o beneficios inmediatos pero las organizaciones que s&iacute; lo hacen, son m&aacute;s competitivas y m&aacute;s productivas, mejoran su reputaci&oacute;n &quot;, enfatiz&oacute; Samper. La experta recomienda a las organizaciones montarse en el tren de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), conect&aacute;ndolos con la estrategia corporativa y reportando avances y retos en funci&oacute;n de aquellos ODS estrat&eacute;gicos para el negocio y para el pa&iacute;s.Esto ser&aacute; m&aacute;s f&aacute;cil donde los gobiernos ya han establecido pol&iacute;ticas o estrategias nacionales sustentadas en los ODS. En Colombia, por ejemplo, ya suman 70 empresas integradas a una estrategia pa&iacute;s para la cual se eligieron los ODS m&aacute;s relevantes y reportar&aacute;n en funci&oacute;n de ellos.

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