Por El Espectador
Puede que esté viviendo en una fuente de dinero, literalmente. ¿Ha pensado cuánto vale la ropa que ya no usa, los libros de universidad que ya no necesita o la literatura que ya leyó, al igual que algún equipo electrónico que todavía funcione? Debería considerarlo, porque en este momento hay varios recursos tecnológicos y formas prácticas de sacarles provecho económico a esos productos que están acumulando polvo en la casa y en Economía de Bolsillo se los presentamos.
En las ferreterías, o con conocidos, puede preguntar si saben de alguien que compre chatarra. También es común ver avisos en los postes de los semáforos. No se ganan grandes cantidades de dinero, puede que sólo unas decenas de miles de pesos, pero de todas formas son cosas que iban a terminar en la basura, por lo que se recupera algo de lo que usted o alguien de la familia invirtió hace mucho tiempo.
Este tipo de transacciones son interesantes, pues no necesariamente ambos productos de la transacción deben valer lo mismo, sino que el factor más importante es que ambas partes consigan lo que buscan. Es decir, puede que tenga sentido intercambiar un celular de alta gama por una bicicleta: todo depende de las necesidades y de las circunstancias de cada persona.
Puede que esté viviendo en una fuente de dinero, literalmente. ¿Ha pensado cuánto vale la ropa que ya no usa, los libros de universidad que ya no necesita o la literatura que ya leyó, al igual que algún equipo electrónico que todavía funcione? Debería considerarlo, porque en este momento hay varios recursos tecnológicos y formas prácticas de sacarles provecho económico a esos productos que están acumulando polvo en la casa y en Economía de Bolsillo se los presentamos.
Revise su clóset
El mercado de ropa usada no es nuevo, pero en los últimos años han aparecido plataformas y aplicaciones móviles que facilitan y optimizan este proceso. Trendier, Chickfy y Wallop son algunas de las apps que se pueden descargar fácilmente para vender las prendas que ya no utiliza, y también puede que vea algún artículo que le interese. Si la prenda está en buen estado, puede venderla por entre el 60 y el 80 % del precio por el que la compró, y tal vez un poco más caro si tiene menos de un año. También es común ver personas que ofrecen guardarropas enteros, es decir, que venden al por mayor.Venda su chatarra
Cada cierto tiempo va a tener que limpiar y ordenar la casa de manera exhaustiva, o tal vez se presente el momento durante una mudanza, pero es probable que tenga acumulada una gran cantidad de equipos electrónicos obsoletos: gameboys rotos, grabadoras que ya no prenden o una licuadora que ya pasó a mejor vida. Aunque ya no funcionen, sus partes y componentes podrían seguir teniendo algún valor..En las ferreterías, o con conocidos, puede preguntar si saben de alguien que compre chatarra. También es común ver avisos en los postes de los semáforos. No se ganan grandes cantidades de dinero, puede que sólo unas decenas de miles de pesos, pero de todas formas son cosas que iban a terminar en la basura, por lo que se recupera algo de lo que usted o alguien de la familia invirtió hace mucho tiempo.
El trueque sigue vivo
Esta práctica milenaria puede ser muy útil para salir de objetos que ya no se utilizan o de regalos que no gustaron y conseguir algo que realmente le interese. Hay apps como Obsso y YuMe que se especializan en transacciones de trueque o que dan esta opción. Asimismo, para Colombia hay portales como Mitrueque.com.co, que también sirven para este fin.Este tipo de transacciones son interesantes, pues no necesariamente ambos productos de la transacción deben valer lo mismo, sino que el factor más importante es que ambas partes consigan lo que buscan. Es decir, puede que tenga sentido intercambiar un celular de alta gama por una bicicleta: todo depende de las necesidades y de las circunstancias de cada persona.