Por Daniel Zueras/Ana Cristina Camacho/Christa Bollmann - estrategiaynegocios.net
Cada año, el ecosistema de apoyo para construir una cultura de emprendimiento crece y se diversifica.
Gobiernos, universidades, fundaciones, organizaciones no gubernamentales, organismos del sistema de las Naciones Unidas, parques tecnológicos, sistemas de integración regionales, agencias de cooperación… todos gravitan en torno a un interés común: consolidar un modelo de emprendimiento robusto de nuevos negocios basados en la sostenibilidad, la innovación y la potenciación económica y social de cada país.
El primer requerimiento para que recursos financieros, técnicos y humanos locales o externos se aboquen a apoyar los emprendimientos es contar con un marco legal e institucional lo suficientemente confiable para entender que existe una estrategia-país impulsando el desarrollo de nuevas ideas y de nuevos negocios.
De acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) ese ecosistema debe contar con actores clave para que funcione: normas sociales y culturales, infraestructura física, regulaciones y reglas del mercado interno, infraestructura legal y comercial, políticas de educación emprendedora en diferentes niveles de escolarización, programas gubernamentales, políticas de impuestos e incentivos, red de apoyo público y privado y soporte financiero.
Centroamérica debe fortalecer las políticas de desarrollo de capital humano y de mejorar canales de financiamiento.
Este último componente resulta vital para la actividad emprendedora temprana pues una buena idea de negocio requiere respaldo financiero para probarse en el mercado y crecer.
GEM reconoce que en este ecosistemas no siempre se fomenta con igual fuerza las diferentes etapas del emprendimiento: la incubación, la gestión, y la etapa de madurez o consolidación.
Resultan pilares complementarios aquellas entidades dedicadas a educar al emprendedor y a suministrar herramientas tecnológicas para potenciar su crecimiento.
La región ha propiciado el emprendimiento desde muchos flancos: academia, empresa privada, organismos regionales, cooperación internacional.
El Sistema de Integración Centroamericano (SICA) es una plataforma de empuje importante. Lo hace mediante los Centros de Atención a las Mipymes (CAM) que pertenece al Centro para la Promoción de la Micro y Pequeña Empresa (Cenpromype). La puesta en marcha de la "Estrategia SICA Emprende" busca profundizar las políticas a favor del emprendedor y madurar las redes de apoyo a través de ellos.
De acuerdo con Félix Pacas, asesor de Comunicación Estratégica de Cenpromype los CAM son el medio que utilizan los gobiernos de la región del SICA, bajo el enfoque de alianza público, privada y academia, para proporcionar servicios de desarrollo empresarial a las MIPYME y al emprendimiento, para promover su crecimiento, innovación y productividad, a través de la incorporación de mejoras en su gestión empresarial.
Junto con el SICA aparecen otros actores como la UE, Taiwán o EE.UU., que invierten en los modelos de atención de los CAM.
Por su parte el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) es apoyado por el Gobierno de Alemania a través de su agencia KfW y por la Unión Europea mediante la plataforma Facilidad de Inversión de América Latina (LAIF, por sus siglas en inglés), para implementar la Iniciativa de Desarrollo de Ideas para Negocios y Aceleración de las MIPYMES Centroamericanas (Iniciativa DINAMICA).
Los recursos se dirigen a tres mecanismos de cooperación: Técnica para Centros de Desarrollo Empresarial Dinámicos (CDEDS); centros constituidos por entidades gubernamentales, fundaciones, asociaciones, cámaras, cooperativas, universidades u otra entidad de similar naturaleza, así como incubadoras de empresas, aceleradoras, parques científicos-tecnológicos, con el fin de apoyarles para su fortalecimiento institucional y para proyectos relacionados a emprendimiento dinámico e Innovación.
También contempla cooperación técnica para mipymes nuevas, jóvenes e innovadoras; cooperación técnica para Instituciones Financieras Intermediarias (IFIS) que apoyan proyectos de financiamiento responsable de MIPYMES. Finalmente son recursos que permiten visibilidad de la iniciativa como patrocinios, eventos y otras formas de divulgación.
En Centroamérica el BCIE ha aprobado US$1,9 millones de recursos no reembolsables para cooperación técnica distribuidos en los tres tipos de cooperación antes descritos.
Cada año, el ecosistema de apoyo para construir una cultura de emprendimiento crece y se diversifica.
Gobiernos, universidades, fundaciones, organizaciones no gubernamentales, organismos del sistema de las Naciones Unidas, parques tecnológicos, sistemas de integración regionales, agencias de cooperación… todos gravitan en torno a un interés común: consolidar un modelo de emprendimiento robusto de nuevos negocios basados en la sostenibilidad, la innovación y la potenciación económica y social de cada país.
El primer requerimiento para que recursos financieros, técnicos y humanos locales o externos se aboquen a apoyar los emprendimientos es contar con un marco legal e institucional lo suficientemente confiable para entender que existe una estrategia-país impulsando el desarrollo de nuevas ideas y de nuevos negocios.
De acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) ese ecosistema debe contar con actores clave para que funcione: normas sociales y culturales, infraestructura física, regulaciones y reglas del mercado interno, infraestructura legal y comercial, políticas de educación emprendedora en diferentes niveles de escolarización, programas gubernamentales, políticas de impuestos e incentivos, red de apoyo público y privado y soporte financiero.
Centroamérica debe fortalecer las políticas de desarrollo de capital humano y de mejorar canales de financiamiento.
Este último componente resulta vital para la actividad emprendedora temprana pues una buena idea de negocio requiere respaldo financiero para probarse en el mercado y crecer.
GEM reconoce que en este ecosistemas no siempre se fomenta con igual fuerza las diferentes etapas del emprendimiento: la incubación, la gestión, y la etapa de madurez o consolidación.
Resultan pilares complementarios aquellas entidades dedicadas a educar al emprendedor y a suministrar herramientas tecnológicas para potenciar su crecimiento.
La región ha propiciado el emprendimiento desde muchos flancos: academia, empresa privada, organismos regionales, cooperación internacional.
El Sistema de Integración Centroamericano (SICA) es una plataforma de empuje importante. Lo hace mediante los Centros de Atención a las Mipymes (CAM) que pertenece al Centro para la Promoción de la Micro y Pequeña Empresa (Cenpromype). La puesta en marcha de la "Estrategia SICA Emprende" busca profundizar las políticas a favor del emprendedor y madurar las redes de apoyo a través de ellos.
De acuerdo con Félix Pacas, asesor de Comunicación Estratégica de Cenpromype los CAM son el medio que utilizan los gobiernos de la región del SICA, bajo el enfoque de alianza público, privada y academia, para proporcionar servicios de desarrollo empresarial a las MIPYME y al emprendimiento, para promover su crecimiento, innovación y productividad, a través de la incorporación de mejoras en su gestión empresarial.
Junto con el SICA aparecen otros actores como la UE, Taiwán o EE.UU., que invierten en los modelos de atención de los CAM.
Por su parte el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) es apoyado por el Gobierno de Alemania a través de su agencia KfW y por la Unión Europea mediante la plataforma Facilidad de Inversión de América Latina (LAIF, por sus siglas en inglés), para implementar la Iniciativa de Desarrollo de Ideas para Negocios y Aceleración de las MIPYMES Centroamericanas (Iniciativa DINAMICA).
Los recursos se dirigen a tres mecanismos de cooperación: Técnica para Centros de Desarrollo Empresarial Dinámicos (CDEDS); centros constituidos por entidades gubernamentales, fundaciones, asociaciones, cámaras, cooperativas, universidades u otra entidad de similar naturaleza, así como incubadoras de empresas, aceleradoras, parques científicos-tecnológicos, con el fin de apoyarles para su fortalecimiento institucional y para proyectos relacionados a emprendimiento dinámico e Innovación.
También contempla cooperación técnica para mipymes nuevas, jóvenes e innovadoras; cooperación técnica para Instituciones Financieras Intermediarias (IFIS) que apoyan proyectos de financiamiento responsable de MIPYMES. Finalmente son recursos que permiten visibilidad de la iniciativa como patrocinios, eventos y otras formas de divulgación.
En Centroamérica el BCIE ha aprobado US$1,9 millones de recursos no reembolsables para cooperación técnica distribuidos en los tres tipos de cooperación antes descritos.
