"Yo quería resolver esta realidad a través de mi emprendimiento social, Ecofiltro", cuenta Wilson. Y lo está logrando. En Guatemala, en donde un millón de familias carecen de agua potable en sus viviendas, Ecofiltro ha logrado llegar a más de 70.000 familias con agua potable.
La empresa logró derribar fronteras, y entre 2015-2016 inició operaciones en México y el resto de Centroamérica con la excepción de Panamá.
"Llegamos a más de 250.000 familias en el área rural con una solución accesible que les permite potabilizar el agua que consumen, y lo estamos logrando de una manera financieramente sostenible", asegura Wilson.
En el 2017, el emprendedor arrancó la expansión de la fábrica que actualmente tiene una capacidad de 10.000 filtros mensuales y que en el primer trimestre de 2018 alcanzará una capacidad de 20.000 filtros mensuales. Su último lanzamiento fueron los Mini Filtros. "Ecofiltro es una empresa social en constante innovación, queremos brindar solución a todos nuestros actuales y potenciales clientes de acceso a agua purificada" afirma Wilson.
¿Qué los inspira?
EcoFiltro es el ejemplo de cómo las carencias en una región pueden generar soluciones creativas. Para Philip Wilson, "Centroamérica es una región llena de riqueza natural y donde habitan las personas más chispudas y creativas".La Empresa
El químico Fernando Mazariegos descubrió que un contenedor de barro mezclado con aserrín de pino y barnizado con plata, purifica el agua eliminando todo tipo de bacterias, un invento bautizado como EcoFiltro. En 2009 Ecofiltro se convirtió en una empresa fundada por Wilson y dos socios.
