Por: AFP
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ordenó este jueves a Moscú que indemnice a los antiguos accionistas del grupo petrolero ruso Yukos con cerca de 1.900 millones de euros (algo más de US$2.500 millones), la segunda victoria judicial que obtienen en menos de una semana en su litigio con Rusia.
Los magistrados europeos acordaron esta indemnización a la vista de las irregularidades cometidas con los gravámenes fiscales impuestos a la empresa en el 2000.
Los demandantes aseguran que representan a unos 55.000 accionistas expoliados.
Los antiguos accionistas reclamaban a Moscú una indemnización mucho más elevada - cerca de 38.000 millones de euros - en el marco de este proceso sobre el que el TEDH, con sede en Estrasburgo (Francia), ya falló sobre el fondo en septiembre de 2011.
'Es, con diferencia, la indemnización más elevada jamás concedida por el TEDG, aunque está muy debajo de lo que reclamaba Yukos', comentó desde Londres el antiguo jefe de grupo petrolero, Steven Theede. El combate judicial 'valía la pena' porque el fallo será benéfico para 'todos los accionistas de Yukos', añadió.
'Es un gran avance pero no refleja en ningún caso los verdaderos daños sufridos por las víctimas de la destrucción de Yukos por parte de la Federación de Rusia', analizó por su parte Bruce Misamore, antiguo director financiero del grupo.
En el fallo sobre el fondo de 2011, el Tribunal consideró que algunos puntos de la nueva política fiscal aplicada a Yukos afectaron a sus derechos fundamentales, aunque dejó para más tarde la decisión sobre las indemnizaciones que debería pagar Moscú.
En cambio, el TEDH rehusó juzgar si el Kremlin decidió deliberadamente empujar a la quiebra en 2007 a la empresa del opositor Mijail Jodorkovski, lo que supuso un alivio judicial para Moscú.
Del total de los 1.866 millones de euros que el tribunal condena a pagar a los antiguos accionistas, un poco menos de 1.300 millones se debe a las cantidades que Yukos pagó al fisco ruso en los años 2000 y 2001, y que el 'Tribunal considera ilegales', explicó el TEDH, que también tuvo en cuenta un recargo del '7% por gastos de cobro'.
El resto, es decir, unos 567 millones de euros, corresponde al carácter 'totalmente desproporcionado' de los gastos de cobro impuestos a Yukos en los años 2000 a 2003.
Moscú: es una injusticia
El ministerio ruso de Justicia tildó inmediatamente de 'injusta y parcial' esta decisión, y recordó que dispone de tres meses para apelar.
El exoligarca y crítico del Kremlin Mijail Jodorkovski, propietario de Yukos antes de su desmantelamiento, ha repetido en varias ocasiones que no tenía intención de pedir indemnización.
Jordorkovski 'sigue sin reivindicar los fondos anunciados por los tribunales europeos a favor de los accionistas de Yukos', incluida la decisión de este jueves del TEDH, dijo a la agencia Interfax su portavoz Olga Pispanen.
Leonid Nevzlin, exsocio y hombre de confianza de Mijail Jodorkovski, estima que esta decisión no cambiará en nada la política de las autoridades rusas. 'Las autoridades rusas tendrán que pagar, asumirán el perjuicio, pero ni Vladimir Putin ni (el presidente de Rosneft) Igor Setchin cambiarán' de política, dijo en la radio Ekho Moskvy.
Moscú ya fue condenada el lunes por el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya a pagar US$50.000 millones de dólares de indemnización a los antiguos accionistas de Yukos por haber orquestado el desmantelamiento del grupo petrolero por razones políticas.
El tribunal de La Haya consideró en sustancia que la ofensiva lanzada hace diez años por Moscú contra Yukos tuvo como principal objetivo no recuperar impuestos impagados sino provocar su bancarrota.
Yukos vendió por partes la empresa, en su mayoría al grupo petrolero público ruso Rosneft, un actor de tamaño modesto para el sector en la época, y que se ha convertido desde entonces en el principal productor mundial entre las empresas que cotizan en bolsa.
Estos fallos de la justicia internacional se producen en un periodo ya tenso para el poder en Rusia, que es objeto de sanciones crecientes de los occidentales por su implicación en la crisis de Ucrania.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ordenó este jueves a Moscú que indemnice a los antiguos accionistas del grupo petrolero ruso Yukos con cerca de 1.900 millones de euros (algo más de US$2.500 millones), la segunda victoria judicial que obtienen en menos de una semana en su litigio con Rusia.
Los magistrados europeos acordaron esta indemnización a la vista de las irregularidades cometidas con los gravámenes fiscales impuestos a la empresa en el 2000.
Los demandantes aseguran que representan a unos 55.000 accionistas expoliados.
Los antiguos accionistas reclamaban a Moscú una indemnización mucho más elevada - cerca de 38.000 millones de euros - en el marco de este proceso sobre el que el TEDH, con sede en Estrasburgo (Francia), ya falló sobre el fondo en septiembre de 2011.
'Es, con diferencia, la indemnización más elevada jamás concedida por el TEDG, aunque está muy debajo de lo que reclamaba Yukos', comentó desde Londres el antiguo jefe de grupo petrolero, Steven Theede. El combate judicial 'valía la pena' porque el fallo será benéfico para 'todos los accionistas de Yukos', añadió.
'Es un gran avance pero no refleja en ningún caso los verdaderos daños sufridos por las víctimas de la destrucción de Yukos por parte de la Federación de Rusia', analizó por su parte Bruce Misamore, antiguo director financiero del grupo.
En el fallo sobre el fondo de 2011, el Tribunal consideró que algunos puntos de la nueva política fiscal aplicada a Yukos afectaron a sus derechos fundamentales, aunque dejó para más tarde la decisión sobre las indemnizaciones que debería pagar Moscú.
En cambio, el TEDH rehusó juzgar si el Kremlin decidió deliberadamente empujar a la quiebra en 2007 a la empresa del opositor Mijail Jodorkovski, lo que supuso un alivio judicial para Moscú.
Del total de los 1.866 millones de euros que el tribunal condena a pagar a los antiguos accionistas, un poco menos de 1.300 millones se debe a las cantidades que Yukos pagó al fisco ruso en los años 2000 y 2001, y que el 'Tribunal considera ilegales', explicó el TEDH, que también tuvo en cuenta un recargo del '7% por gastos de cobro'.
El resto, es decir, unos 567 millones de euros, corresponde al carácter 'totalmente desproporcionado' de los gastos de cobro impuestos a Yukos en los años 2000 a 2003.
Moscú: es una injusticia
El ministerio ruso de Justicia tildó inmediatamente de 'injusta y parcial' esta decisión, y recordó que dispone de tres meses para apelar.
El exoligarca y crítico del Kremlin Mijail Jodorkovski, propietario de Yukos antes de su desmantelamiento, ha repetido en varias ocasiones que no tenía intención de pedir indemnización.
Jordorkovski 'sigue sin reivindicar los fondos anunciados por los tribunales europeos a favor de los accionistas de Yukos', incluida la decisión de este jueves del TEDH, dijo a la agencia Interfax su portavoz Olga Pispanen.
Leonid Nevzlin, exsocio y hombre de confianza de Mijail Jodorkovski, estima que esta decisión no cambiará en nada la política de las autoridades rusas. 'Las autoridades rusas tendrán que pagar, asumirán el perjuicio, pero ni Vladimir Putin ni (el presidente de Rosneft) Igor Setchin cambiarán' de política, dijo en la radio Ekho Moskvy.
Moscú ya fue condenada el lunes por el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya a pagar US$50.000 millones de dólares de indemnización a los antiguos accionistas de Yukos por haber orquestado el desmantelamiento del grupo petrolero por razones políticas.
El tribunal de La Haya consideró en sustancia que la ofensiva lanzada hace diez años por Moscú contra Yukos tuvo como principal objetivo no recuperar impuestos impagados sino provocar su bancarrota.
Yukos vendió por partes la empresa, en su mayoría al grupo petrolero público ruso Rosneft, un actor de tamaño modesto para el sector en la época, y que se ha convertido desde entonces en el principal productor mundial entre las empresas que cotizan en bolsa.
Estos fallos de la justicia internacional se producen en un periodo ya tenso para el poder en Rusia, que es objeto de sanciones crecientes de los occidentales por su implicación en la crisis de Ucrania.
