Por La Prensa
Los proyectos aprobados para vender bonos de carbono son aquellos que no utilizan combustibles fósiles y que reducen las emisiones de gases contaminantes en la generación de energía.
Esta reducción se traduce en CER que son comprados por los países industrializados que tienen el compromiso con el Protocolo de Kioto de contribuir con inversiones en proyectos limpios, así como de compensar las emisiones contaminantes que hacen sus industrias locales.
Un certificado equivale a una tonelada de CO2 (dióxido de carbono) que no se emitió en la atmósfera, y su precio actual es de 38 centésimos, muy inferior a su valor de 29.64 dólares en septiembre de 2008.
El impacto que ha tenido la crisis financiera sobre el sector industrial de las grandes economías, sumado al bajo costo de combustibles menos contaminantes, como el gas natural utilizado para generar energía eléctrica, han afectado el precio de los certificados.
No hay un precio unificado para los CER, ya que existen muchos mercados donde se intercambian estos valores, explicó Rosilena Lindo, directora nacional de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente.
La Unión Europea tiene su propio mercado con reglas para sus miembros, mientras que Estados Unidos también tiene una bolsa donde sus empresas adquieren los CER.
La semana entrante, Panamá lanzará un programa para incentivar las inversiones en proyectos de reforestación.
"Se está negociando un equilibrio mundial en el precio para que sea el mismo en todos los mercados", dijo la funcionaria.
Adicional a los 21 proyectos certificados por la ONU, hay otros 20 que están en proceso de obtener la aprobación.
Dependiendo de cada promotor, el proceso de aprobación en Panamá a cargo del Ministerio de Ambiente, así como la certificación por parte de una consultora internacional, sumado al proceso interno en la ONU, puede realizarse en un período de seis meses.
Entre los proyectos que pueden vender CER están el Saneamiento de la Bahía de Panamá, el parque eólico ubicado en Penonomé, Coclé; y el relleno sanitario del vertedero de Cerro Patacón, que se proyecta genere energía eléctrica utilizando el metano acumulado.
El resto de los proyectos son pequeñas y medianas centrales hidroeléctricas y el parque eólico en Santa Fe, provincia de Veraguas. Combinados tienen la capacidad para reducir 4.2 millones de toneladas de CO2 al año.
Aunque los promotores de estos proyectos no están obligados a informar a las autoridades ambientales panameñas sobre los CER que han colocado, se estima que ocho ya han vendido estos valores en el mercado internacional.
Además del mercado regulado por la ONU, también hay un mercado voluntario donde existen alrededor de 25 consultoras internacionales que tramitan los certificados de emisiones, pero con una menor regulación en comparación con la norma de la ONU, añadió la directora nacional de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente.
Adicional a las plantas de energía renovable, los planes de reforestación también pueden emitir CER. Este fue el caso de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) que en agosto de 2014 anunció que había completado la emisión de las unidades de Reducciones de Emisiones Verificadas (VER’s, por sus siglas en inglés) de carbono a través del Proyecto de Establecimiento de Cobertura Vegetal Protectora en la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá.
Se estima que las 2 mil 458 hectáreas que se reforestaron en la cuenca de la vía interoceánica removerán unas 378 mil 566 toneladas de CO2, equivalente durante un período de 30 años.
ángel Ureña, gerente de evaluación ambiental de la Autoridad del Canal de Panamá, comentó que ahora el proyecto de reforestación se amplió a 7 mil hectáreas. "No quiere decir que vamos a emitir certificados de reducción de la totalidad del proyecto, pero ahora tenemos ese inventario y todo dependerá del evaluador internacional, quien al final decide qué parte del proyecto cuenta con las especificaciones para ser certificado", explicó.
Ureña indicó que la ACP decidió optar por el mecanismo voluntario, y no utilizar el esquema de la ONU, porque a los países que compran bajo este programa no les atraen los planes de reforestación, contrario a las empresas que necesitan reducir sus emisiones que sí apuestan por esta variedad de proyectos.
En cuanto a la posibilidad de que la operación de la vía interoceánica emita los denominados bonos de carbono, Ureña manifestó que la idea está sobre la mesa, pero primero la Organización Marítima Internacional (OMI), debe crear el mecanismo que permita crear los certificados de reducción de emisiones.
Señala que la ACP ha comparado las emisiones que hacen los buques que utilizan la ruta de Panamá, con aquellos que toman otro camino, y la diferencia es importante, por lo cual existe la opción de que el Canal emita estos certificados.
"En la próxima reunión de la OMI vamos a emitir una resolución reafirmando que el Canal de Panamá está contribuyendo con la reducción de emisiones, ahora más con la ampliación, y de esa forma buscamos que los bonos de carbono para el sector marítimo se mantengan en la agenda", acotó.
ENCUENTRO REGIONAL
La semana entrante se reunirán en Panamá más de 600 especialistas en el cambio climático durante el Foro Latinoamericano y del Caribe del Carbono.
Durante los tres días que durará el encuentro, Panamá lanzará su programa para incentivar las inversiones en proyectos de reforestación, un paso para lograr la "Alianza por el millón", que busca plantar un millón de hectáreas de árboles en los próximos 20 años en el país.
En un futuro, los proyectos que resulten del mercado local de reforestación podrán aplicar para vender Certificados de Reducción de Emisiones, donde el Estado entraría a regular las transacciones entre compradores y vendedores.
Datos de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza indican que anualmente se deforestan 20 mil hectáreas.
