Centroamérica & Mundo

Nicaragua: empleo repunta en una economía lenta

A marzo de 2015 el número de empleos creció en 28.600 personas, frente a 17.900 el año anterior.

2015-05-20

Por: laprensa.com.ni

En matemática dos más dos es cuatro. En la economía, la lógica es que la creación de empleo es proporcional al crecimiento económico. Pero en Nicaragua desde el año pasado esa relación se ha roto y ahora aunque la economía crezca a mayor ritmo la creación de empleo formal se desacelera o bien si la economía se enfría se abren más plazas de empleo formal.

Entre 2007 y 2013, según un análisis publicado por el economista Adolfo Acevedo, la correlación entre la tasa de crecimiento del empleo formal y el de la economía era del orden del 96 por ciento, pero el año pasado esta se rompió "de manera significativa".

En 2007, por ejemplo, la economía se expandió 5,3 % y la tasa de empleo formal -medida a través del número de afiliados al Seguro Social- creció 9,2 %. En tanto, en 2013 el Producto Interno Bruto creció 4,6 % y el empleo repuntó 8 %, supuestamente.

Pero en 2014, aunque la economía -en teoría- se aceleró y creció 4,7 %, la tasa de empleo formal solo aumentó 5,4 %, mientras que el desempleo se incrementó, pasando de 5,7 % a 6,8 % de 2013 a 2014. Esa tendencia en ambos indicadores por segundo año consecutivo se mantiene, al menos hasta el primer trimestre de este año.

En los primeros tres meses del año, según datos del Banco Central de Nicaragua, la economía creó 28.600 empleos formales, 37,4 % más que en igual periodo del año pasado cuando el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (NSS) registraba 17.900 nuevos afiliados.

Pero ese presunto dinamismo que tuvo el empleo formal contrasta con el enfriamiento de la economía en los primeros meses del año, que vista a través del desempeño del índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE), los motores económicos han crecido en su conjunto 4,1 % a marzo, aunque en febrero alcanzó su nivel más bajo de los últimos meses, al expandirse solo 2,6 %.

El economista Alejandro Aráuz, quien admite que en Nicaragua "no se tiene claridad alrededor del problema laboral, que es una de las grandes fallas que existe para establecer políticas salariales y para las mismas empresas", explica que posiblemente ese incremento en el empleo formal esté relacionado con alguna presión de fiscalización que esté ejerciendo el INSS para formalizar a los trabajadores.

Aráuz cuestion a la "visión torpe" del actual Gobierno al no transparentar las estadísticas del mercado laboral, de tal manera que se tenga una radiografía real de lo que está sucediendo con el empleo y salario.

Otro elemento que plantea Aráuz es que posiblemente producto del retroceso en los niveles de productividad las empresas estén requiriendo más mano de obra, pero siguen produciendo lo mismo y por tanto eso no impacta al crecimiento económico. No obstante, el economista reconoce que formalizar a un trabajador en este país es caro.

El repunte en el empleo formal en los primeros tres meses del año coincide con los recortes de plazas en sectores claves como la zona franca, principalmente en la industria textil, que ha metido tijera a su planilla tras el fin del beneficio conocido como Nivel de Preferencia Arancelaria (TPL, por sus siglas en inglés). Según la última estimación de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y Confección (Anitec) a febrero el sector había prescindido de 3.496 empleos.

A nivel sectorial y hasta febrero, el dato más actualizado del BCN señala que los sectores que más empleo están creando son el agropecuario, el comercio, los servicios comunales, sociales y personales, y en menor medida transporte, almacenamiento y comunicaciones.

La construcción hasta febrero empleaba a 20.984 personas, dos empleos más respecto a diciembre, cuando tenía a 20.982 trabajadores afiliados al Seguro Social. Un pobre crecimiento que contrasta con el repunte del 32.5 por ciento del IMAE de esta actividad al primer trimestre de este año.

En contraste, el crecimiento dinámico del empleo formal en los sectores primeramente citados no coincide con el desempeño de su IMAE que en el caso de la agricultura (-8,8 %) y el pecuario (-7 %), están en negativo.

Otra explicación

El diputado de la Bancada Alianza Partido Liberal Independiente (Bapli) y miembro de la Comisión de Producción, Economía y Presupuesto de la Asamblea Nacional, Enrique Sáenz, también cuestiona esa incongruencia en las cifras del empleo y la economía.

Entre las pocas explicaciones que Sáenz encuentra es que la economía no está creando empleos formales nuevos, sino que de los existentes estos se están registrando al Seguro Social. "Puede tratarse de empresas que ya están operando y la Seguridad Social llegó a ellos" y los obligó a registrar a los trabajadores.

"Lo lógico es que a mayor crecimiento económico hay mayor empleo, si no hay mayor crecimiento económico, no hay mayor empleo formal. Si la incorporación al INSS está creciendo no es porque se estén generando nuevos empleos formales, sino que se está reclutando a empleos existentes", afirma.

Lo raro, según Sáenz, es que tuvo conocimiento que varias empresas estaban emigrando a la informalidad por el incremento en la carga de la Seguridad Social y salarial, entre otros, lo que echa más dudas a las cifras que está publicando el BCN sobre el comportamiento de la economía y el empleo.

En su análisis, Acevedo advierte: "Lo cierto es que, ante la falta de transparencia, y la ausencia total de explicaciones creíbles, lo que está ocurriendo con el empleo, y más en general con la economía, se está convirtiendo, cada vez más, en una verdadera caja negra".

Grave distorsión en las cifras

El economista Adolfo Acevedo ha cuestionado en reiteradas ocasiones las incongruencias en los números que ha estado publicando el Banco Central de Nicaragua, que al actualizar sus números en marzo dijo que la economía en 2014 creció más de lo estimado.

Esto a pesar de la desaceleración en la llegada de remesas, la construcción privada, la creación de empleo formal, además de las afectaciones que provocó la sequía y el terremoto de abril del año pasado.

"Pero el número de afiliados activos del INSS en lugar de acelerarse (como lo hizo la economía) -como uno hubiera esperado si el valor de la correlación se hubiese mantenido tan alto como antes-, experimentó su peor desaceleración desde la crisis internacional de 2009", plantea Acevedo.

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