Unos 23.000 asesinatos se registraron en El Salvador, en el periodo de 2010 a 2015, y de los cuales no hay solución.
Para todos los casos de ese periodo, la Fiscalía General abrió igual número de expedientes para esclarecerlos. En las investigacione,s las autoridades se propusieron determinar y localizar a los imputados, establecer el nivel de participación delictiva de cada uno de los que resulten involucrados y el móvil que los llevó a cometer el hecho, entre otros aspectos.
Como resultado en el mismo periodo, la Policía detuvo a 11.291 sujetos; si embargo, las autoridades aclaran que los detenidos no corresponde a igual número de homicidios, pues que por un homicidio podrían haber dos, tres, cinco y más implicados arrestados.
De ahí que no siempre la cantidad de detenidos coincide con los homicidios que han resuelto.
Además, este grupo de arrestados es depurado en el proceso judicial; porque no todos son condenados, ya que durante el proceso de investigación no se logró determinar su participación delictiva.
En ese sentido, solo 3.520 procesados por homicidios fueron llevados a juicio y condenados a una pena de cárcel, equivalente a solo el 15% de la totalidad de los hechos registrados entre 2010 y 2015.
En 2.545 casos, las investigaciones no prosperaron o no se encontraron suficientes evidencias para determinar sospechosos y procesarlos, por lo que sus expedientes fueron cerrados definitivamente y archivados.
Estos expedientes han sido cerrados porque según el Código Procesal Penal vigente, las indagaciones por delitos complejos en el que interviene el crimen organizado duran 24 meses y el plazo puede ser ampliado por el fiscal general a un período similar, o sea de 48 meses (dos años).
Las investigaciones de homicidios en ese período (2010-2015) indican que 9.773 víctimas de la totalidad tenían entre 18 y 30 años, lo que representa el 42%.