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Índices de Progreso Social: No todo es el PIB

Lo afirman los promotores de esta herramienta para medir el progreso. Lo demuestra Costa Rica, con un progreso social superior al de Italia

2015-05-26

Por Velia Jaramillo, estrategiaynegocios.net

¿Por qué naciones económicamente prósperas, como Túnez, Egipto, Libia o Siria, vivieron revueltas producto de profundas inconformidades populares que desembocaron en la Primavera árabe?, y ¿por qué Brasil, un país con buen récord de crecimiento en años recientes, vive disturbios y protestas? En palabras de Michael Porter, profesor de Harvard, son la muestra de que el crecimiento económico no es sinónimo de desarrollo y bienestar.

"Las mediciones económicas hoy son insuficientes para evaluar el estado de una nación", escribió Porter, el padre de los índices de Competitividad y de la teoría de creación de valor compartido, en un artículo publicado en enero de 2014. Sobre esta premisa nació The Social Progress Imperative (El Imperativo de Progreso Social) y su nueva herramienta para calcular el desarrollo: el índice de Progreso Social (IPS) que se propuso desde su origen medir el progreso social de una manera integral, con base a tres preguntas:

¿tiene el país la capacidad de satisfacer las necesidades esenciales de su población?;

¿tiene las instituciones e instrumentos necesarios para que sus ciudadanos y comunidades mejoren su calidad de vida?

Y finalmente, ¿ofrece un ambiente en que cada ciudadano tiene la oportunidad de alcanzar su pleno potencial?

De estas preguntas provienen las tres dimensiones que mide el IPS: necesidades básicas, fundamentos de bienestar y oportunidades."El índice de Progreso Social intenta capturar un amplio rango de indicadores que definen el bienestar y permiten identificar áreas que requieren mejoras", definió Porter. Otro aporte importante, destacó el académico: "Como el IPS mide el desempeño social directamente, con indicadores que excluyen factores económicos, se logra por primera vez examinar la relación entre el PIB per cápita y el progreso social.

De hecho, un PIB per cápita más alto en general está positivamente correlacionado con un mayor progreso social, pero la correlación dista mucho de ser automática. Para un mismo nivel de ingreso hay naciones mucho más eficaces en crear progreso social".

La Social Progress Imperative, con sede en Estados Unidos, aglutina a profesionales de talla mundial. Es liderada por Michael Green como director ejecutivo y el profesor Porter, de la Escuela de Negocios de Harvard, como presidente de la junta asesora.

La herramienta se nutre de talento de arraigo centroamericano, como Brizio Biondi-Morra, exrector de Incae y expresidente de la Fundación Avina, quien apoyó la financiación inicial de SPI y actualmente funge como presidente de The Social Progress Imperative, y como Roberto Artavia, vicepresidente de The Social Progress Imperative, presidente de VIVA Trust y exrector de Incae, quien contribuyó a la selección y el perfeccionamiento de los indicadores para medir el desempeño social y ambiental.

El IPS adopta para su análisis información de entidades como el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud. "Centroamérica fue una región pionera en temas de competitividad en los años 90 y ahora lo es en progreso social. La reflexión que ha llevado al índice de Progreso Social nació muy articulada a redes latinoamericanas, asociadas al Incae, a la Fundación Avina al Centro de Intercambio de Conocimientos, a personas como Roberto Artavia y Brizio Biondi, innovadores sociales interesados en mover la agenda del desarro-llo", destacó en entrevista Antonio Araníbar, director de la Red del Social Progress Imperative, que fomenta redes multisectoriales en América Latina.

Roberto Artavia, vicepresidente de SPI, explicó: "hay un afán intenso de medir el bienestar humano, el progreso social, la felicidad. En el siglo XXI la gente dice `ya la prosperidad económica no basta, tenemos que empezar a medir nuestra calidad de vida’, y por eso aparecen el índice de Felicidad, el índice Multidimensional de Pobreza y el índice de Progreso Social, tres representantes de esfuerzos en esta dirección".

UN RANKING PARA LA AGENDA DEL DESARROLLO

El nuevo índice fue lanzado en abril de 2013, en Oxford, Reino Unido y analizó a 50 naciones. Suecia fue el país con mayor avance social a nivel global, seguido por el Reino Unido (posición 2); Suiza (3); Canadá (4) y Alemania (5).

El IPS 2014, con 132 países, fue presentado en abril de 2014 en Londres. Nueva Zelanda fue la nación del planeta con más progreso social, seguida por Suiza (2), Islandia (3), Holanda (4) y Noruega (5). Estados Unidos ocupó la posición 16, pese a ser la segunda nación más rica del mundo, lo cual demuestra que un alto ingreso no es garantía de progreso social.

El Ranking 2014, primero en incorporar a toda la región centroamericana, puso a Costa Rica en el primer lugar (posición 25 del mundo) entre los países latinoamericanos, seguida de Uruguay (26) y Chile (30); en las últimas posiciones de la región estuvieron Guatemala (76); Honduras (77), Cuba (79) y Guyana (82).

Foto: Estrategia y Negocios

Centroamérica: ¿Cuáles son los estancados y los que más crecen?

Roberto Artavia hizo notar que Guatemala, El Salvador y Honduras están estancados en términos de crecimiento económico. Por otro lado, Costa Rica y Nicaragua crecen a niveles intermedios y Panamá crece muy robustamente. De ahi que, en el corto plazo, en el Triángulo Norte: "va a ser muy difícil ver crecimiento impulsado por el empleo. Y si el progreso social no va a venir de ahí, tendrá que venir de la calidad de las políticas y los programas; hay que tener la infor-mación necesaria para tomar buenas decisiones".

Según Artavia, Nicaragua es un caso interesante, porque si bien hay un deterioro de la institucionalidad, "tiene una economía creciente y una política social activa que lo hace ser el país que más cambia hoy en términos de Progreso Social en Centroamérica".

Con PIB per cápita que oscilan desde U$18.793 (Panamá) hasta US$4.445 en su rango más bajo (Honduras), el análisis del IPS para Centroamérica confirma que es posible lograr el progreso social aún con ingreso limitado. Costa Rica, con un PIB per cápita inferior a Panamá (US$13.431), puntea más arriba en progreso social (77.88 versus 71.79).

"Para cualquier nivel de ingreso, la calidad de las políticas sociales hace una gran diferencia. Costa Rica ha sido históricamente muy eficiente en convertir el crecimiento económico en progreso social. En contraste, en Guatemala, pese a años de crecimiento económico, el progreso social no cambia significativamente; hay una concentración de riqueza muy clara. Si un país como Panamá que crece al 9% pudiera cam-biar el desempeño de su progreso social en 9% anual, muy rápidamente lo veríamos a la par de Costa Rica en términos de desempeño social", observó Artavia. Para el experto, ingreso y progreso social son mutuamente dependientes.

"Llega un momento donde no se puede crecer más económicamente, si no se me-jora la salud, nutrición, vivienda, educación, porque la economía se estanca. Esto se convierte en una espiral virtuosa, donde el crecimiento en el progreso social fortalece la capacidad de crecimiento económico y productivo; y al tener crecimiento económico y pro-ductivo, se generan más recursos para invertir en progreso social".

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