Centroamérica & Mundo

Fundesa: Este sería el impacto del covid-19 a la economía de Guatemala

De acuerdo con los expertos, el escenario actual de una crisis de salud pública, representa un nuevo reto para la población mundial, especialmente para países con sistemas económicos y sociales más precarios como Guatemala.

2020-04-20

Por estrategiaynegocios.net

La Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) presentó el estudio sobre el impacto económico que el covid-19 dejaría al país.

De acuerdo con los expertos, el escenario actual de una crisis de salud pública, representa un nuevo reto para la población mundial, especialmente para países con sistemas económicos y sociales más precarios como Guatemala, por lo cual es necesario mantener funcionando la economía.

"Si bien es evidente el efecto negativo de esta pandemia (lo que inevitablemente conllevará costos económicos), es complicado ponderar el impacto que tendrá en nuestras vidas. Lo que sí sabemos con certeza es que la población en general y las empresas (incluyendo MIPYMES) necesitan un importante respaldo económico temporal, oportuno y focalizado para mantenerse a flote", indican en el resumen de su estudio.

Luego del análisis, la Fundación indica que ha podido distinguir dos tipos de efectos:

Uno, se refiere a la repercusión en términos macroeconómicos que tendrán las ampliaciones presupuestarias.

El segundo el efecto que las medidas tendrán en la economía nacional en términos de pérdida de ingresos, reducción de la recaudación tributaria, reducción en los niveles de ventas, pérdida de empleos y el posible impacto financiero en las empresas. A futuro, se busca avanzar de forma coordinada con esfuerzos de ayuda financiera para los hogares y las empresas y al mismo tiempo empezar a delinear una estrategia de recuperación económica a mediano plazo, que permita la apertura gradual de la actividad económica.

Se destaca que para aliviar el impacto de la pandemia, el Gobierno de Guatemala planteó una serie de medidas divididas en cinco grandes grupos diferenciados de programas -asignando para ello un total de Q14,700 millones (Q11,000 millones por medio de la colocación de bonos del Tesoro y el resto por medio de readecuaciones presupuestarias).

Foto: Estrategia y Negocios

Los impactos planteados:

Impacto macroeconómico

A pesar de que el monto de la ayuda ofrecida por el Gobierno para mitigar el efecto de la pandemia del COVID19 suma casi Q15.000 millones, el total de las ampliaciones presupuestarias, aprobadas por el Congreso de la República suman Q19.806.40 millones, de las cuales el 80% será financiado por medio de la colocación de Bonos del Tesoro y el 20% restante por medio de préstamos de organismos e instituciones regionales e internacionales.

Indudablemente este endeudamiento tendrá repercusiones importantes en las principales variables fiscales del país como el déficit fiscal, el nivel de endeudamiento respecto al PIB y el nivel de endeudamiento respecto a los ingresos tributarios.

En cuanto al déficit fiscal, asumiendo que se toma como base el presupuesto aprobado del 2019, y tomando en cuenta el efecto consolidado de las tres ampliaciones presupuestarias el déficit fiscal en el 2020 sería del 5,7%, más de 2,5 veces el déficit del año 2019, asumiendo también una reducción importante en el crecimiento del PIB para este año.

"Habría que tomar en cuenta que, si la recaudación tributaria cae un 10% respecto al 2019, el déficit fiscal podría llegar incluso a un 7,2% del PIB, que equivaldría a 3 veces el déficit de 2019", indican.

Impacto en la economía

Como mencionamos anteriormente, estamos ante una crisis sin precedentes a nivel mundial; a medida que los países han ido implementando las medidas para contener la pandemia, el mundo ha entrado en una gran paralasis de la actividad económica, cuya magnitud y rapidez ha sido algo que nunca se ha experimentado. Por ello, hay una considerable incertidumbre respecto del panorama económico que surgirá una vez salgamos de esta etapa.

Lo que está claro es que tendrá un impacto significativo, lo que representa un reto poder cuantificarlo. A nivel mundial, se sabe que la crisis del covid-19 podría afectar a la economía de tres maneras principales: afectando directamente a la producción, creando trastornos en la cadena de suministro y en el mercado, y por su impacto financiero en las empresas y los mercados financieros.

El más reciente informe del Fondo Monetario Internacional -FMI-, señala que la pandemia afectará gravemente la producción mundial y por ende el crecimiento económico en todas las regiones del mundo.

El FMI proyecta una reducción en el PIB real de todas las economías del mundo de un 3% para 2020, aunque con una rápida recuperación de 5,8% para 2021. Las economías más avanzadas serán las que verán un mayor impacto, especialmente los países de Europa, como Alemania, España, Francia e Italia con una reducción de 7.5% mientras que Estados Unidos verá una reducción del 6% en su crecimiento económico.

Los países de América Latina también tendrán un impacto significativo, al ver reducido su crecimiento económico en cerca de 5%, teniendo México una proyección de -6.6% para 2020. Sin embargo, también se prevé una pronta recuperación en el 2021, con un crecimiento de 3.4%

En Guatemala no pareciera que las cadenas de suministro estén siendo afectadas significativamente, las empresas sí reportan importantes mermas en sus niveles de ventas. Según un estudio reciente de CABI2 , la pérdida de facturación para las empresas durante el mes de marzo 2020 fue de un 20% y en abril de 40%, lo que significa una pérdida en ventas por Q12,800 millones en marzo y Q25.600 millones en abril, estimando una pérdida de facturación para todo el año 2020 de unos Q50.000 millones. Esto implica menos ingresos para las empresas, menos ingresos para las personas, menos ingresos para las tiendas de barrio y sobre todo una reducción importante en los ingresos del Estado.

En cuanto a la pérdida de empleos formales, los resultados del estudio realizado por el BID, indican que en Guatemala se podría perder entre un 7,5% y un 13,5% del total, lo que significaría la pérdida de entre 97.500 y 177.000 empleos formales, dependiendo de si la crisis es una de corto plazo o se extiende a un mediano plazo.

El escenario de corto plazo supone una caída del PIB del doble a la observada en la crisis del 2009 y que la recuperación económica comenzaría hacia finales de este año, mientras que el escenario de mediano plazo supone que la crisis se extendería por tres trimestres consecutivos, lo que implicaría una tasa de crecimiento negativa cercana al 10%.

"Finalmente, es importante tener una visión positiva en cuanto a que toda crisis representa una oportunidad. En ese sentido, se requiere tener una expectativa respecto a que la situación va a mejorar mediante un esfuerzo conjunto entre el ejecutivo, el legislativo y el sector privado", concluyen.

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