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Jimmy Morales afirma que Estado de sitio evitó convertir a Guatemala en productor de cocaína

Morales indicó que las fuerzas de seguridad durante los 60 días que rigió el estado de excepción localizaron cinco laboratorios para la fabricación de cocaína y destruyeron 2,3 millones de plantas de hoja de coca, principal insumo de la droga.

2019-11-05

Por AFP

El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, afirmó este lunes que el estado de sitio decretado en 22 poblados del noreste del país entre septiembre y octubre pasados, tras la muerte de tres militares por supuestos narcotraficante, evitó que el país se convirtiera en productor de cocaína.

'Estaban preparando todo el sector del nororiente como un lugar para plantar, producir y exportar droga', dijo Morales en conferencia de prensa, acompañado por su gabinete de gobierno en el Palacio Nacional de la capital.

Morales indicó que las fuerzas de seguridad durante los 60 días que rigió el estado de excepción localizaron cinco laboratorios para la fabricación de cocaína y destruyeron 2,3 millones de plantas de hoja de coca, principal insumo de la droga.

'Ellos [narcotraficantes] querían convertir a Guatemala en un país productor [de cocaína] pero gracias a Dios hemos actuado a tiempo', agregó el mandatario derechista, al termino de la medida que restringió derechos constitucionales como el derecho de manifestación y la portación de armas.

Las declaraciones de Morales contradicen a su ministro del Interior, Enrique Degenhart, quien en septiembre había asegurado que con la localización de los laboratorios de droga Guatemala, además de ser un lugar de tránsito, se convertía en un 'país productor de cocaína'.

El estado de sitio fue decretado por Morales luego de que presuntos narcotraficantes ejecutaran a tres soldados durante una emboscada en una aldea del poblado caribeño de El Estor. Según el gobierno, los efectivos rastreaban una aeronave sospechosa de trasegar droga.

Durante la medida, también se capturaron a 973 personas y se decomisaron 111 armas de fuego, además de la destrucción de 20 pistas de aterrizaje clandestinas, aunque no se informó sobre un grupo de narcotráfico en particular.

Desde que se ordenó el estado de sitio, grupos sociales e indígenas lo rechazaron al señalar que fue ordenado como excusa para militarizar la región donde existen comunidades que se oponen a la actividad minera. También criticaron que las autoridades no capturaron a cabecillas del narcotráfico.

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