Por La Estrella de Panamá
La obtención tradicional de agua que dependen de la lluvia y de los ríos en áreas con escasez de agua ya no son suficientes para satisfacer las demandas humanas.
El Canal de Panamá ha advertido de la situación y se prepara para los próximos años. El Canal estudia la posibilidad de desalinizar el agua para resolver su negocio y la distribución de agua en la ciudad de Panamá.
La precipitación en la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá para el año fiscal 2019 ha sido la segunda más baja en los últimos 70 años, lo que ha provocado que el nivel de los lagos que abastecen de agua a más de la mitad de la población del país, se encuentre muy por debajo del promedio.
De acuerdo con los registros del Canal de Panamá, la altura de precipitación en la Cuenca del Canal en el año fiscal 2019, entre el 1 de octubre de 2018 y el 30 de septiembre de 2019, alcanzó 2.035 milímetros; solo superada por la registrada en el año fiscal 2015, que fue de 2.027 milímetros.
"Ciertamente que desalinizar el agua parece una alternativa más cara, pero le brindaría al Canal de Panamá sostenibilidad a largo plazo, por un lado; y por el otro, le ofrece la posibilidad de controlar el volumen de agua", expresó Ricaurte Vásquez, administrador del Canal de Panamá, en su ponencia en un foro de la Semana de la Responsabilidad Social y Empresarial, organizado por Sumarse.
Vásquez sostuvo que la desalinización del agua del mar podría ser una alternativa para el almacenaje de agua requerido para la operación del Canal y el suministro de agua potable, toda vez que está ampliamente evidenciado el impacto del cambio climático en el Canal, pues en la última década se ha registrado una "disminución" permanente en el régimen de lluvias en el país.
La pequeña isla consume agua potable producida de agua del mar. En el lugar se mantiene una planta potabilizadora, pero no se extrae agua dulce de algún afluente.
La creciente demanda de agua y la disminución de los suministros de agua están exacerbando la escasez de agua en la mayoría de las regiones del mundo.
En la actualidad más de 1.500 habitantes y miles de visitantes de Taboga, una isla cerca del Golfo de Panamá, se benefician con la operación de la planta desalinizadora de la isla, diseñada y construida para una producción diaria de 250.000 galones de agua potable.
Este proyecto fue puesto en marcha con la finalidad de desarrollar la actividad turística del pueblo, ya que cada fin de semana unas 4.000 personas asisten al lugar a disfrutar de sus playas. El mismo fue desarrollado por Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible (Conades) y luego traspasado al Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan).
La principal función de esta planta es la de retirar la salinidad del agua y dejarla apta para el consumo humano, dentro de los parámetros y estándares de calidad nacionales e internacionales exigidos.
El Idaan mantiene en este momento un proyecto en su fase inicial para la instalación de una segunda planta desalinizadora.
"El proyecto tiene un costo de $15.7 millones y consiste en el estudio, diseño, construcción, operación y mantenimiento del sistema de abastecimiento de agua potable, sistema de alcantarillado sanitario y tratamiento de las aguas residuales de isla Contadora", señaló la institución. La planta desalinizadora trabajará por el sistema de ósmosis inversa.
"El mantenimiento de este tipo de planta es bastante elevado", así de puntual fue la entidad.
Los costos dependen del tipo o capacidad de cada una de ellas, por ejemplo, las membranas y filtros que se cambiaron días pasados, en la planta de Taboga, superó los US$90.000, adicional el concepto del agua de mar que corroe los equipos y accesorios de manera acelerada.
La planta desalinizadora de Taboga opera solo la mitad del día o sean unas 12 horas diarias. Los costos de producción "está por arriba de los 70 centésimos por cada mil galones", agregó la institución.
Los científicos analizaron datos recientemente conocidos y los más completos nunca recopilados de las más de 16.000 plantas de desalinización y descubrieron que la salmuera que producen, agua con una gran concentración de sal, es muy superior a lo calculado con anterioridad.
De acuerdo con las publicación las plantas de desalinización extraen 142 millones de metros cúbicos de salmuera, 50% más que las estimaciones anteriores, para producir 95 millones de metros cúbicos de agua dulce.
La salmuera a menudo incluye toxinas como el cloro y el cobre que se usa en la desalinización, indicó el estudio.
La salmuera puede reducir los niveles de oxígeno en el agua de mar cerca de las plantas de desalinización con "impactos profundos" en los mariscos, cangrejos y otras criaturas en el fondo marino, lo que lleva a "efectos ecológicos observables en toda la cadena alimentaria", señaló el documento.
Se hace pasar a través de una membrana semipermeable cuya función es permitir el paso del disolvente.
El disolvente (el agua) pasa a través de la membrana, desde el lado donde la concentración de sales es más elevada hacia el lado donde la concentración de sales es menor.
El resultado es que la parte de la solución concentrada se agota en favor de la dulce.
La obtención tradicional de agua que dependen de la lluvia y de los ríos en áreas con escasez de agua ya no son suficientes para satisfacer las demandas humanas.
El Canal de Panamá ha advertido de la situación y se prepara para los próximos años. El Canal estudia la posibilidad de desalinizar el agua para resolver su negocio y la distribución de agua en la ciudad de Panamá.
La precipitación en la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá para el año fiscal 2019 ha sido la segunda más baja en los últimos 70 años, lo que ha provocado que el nivel de los lagos que abastecen de agua a más de la mitad de la población del país, se encuentre muy por debajo del promedio.
De acuerdo con los registros del Canal de Panamá, la altura de precipitación en la Cuenca del Canal en el año fiscal 2019, entre el 1 de octubre de 2018 y el 30 de septiembre de 2019, alcanzó 2.035 milímetros; solo superada por la registrada en el año fiscal 2015, que fue de 2.027 milímetros.
"Ciertamente que desalinizar el agua parece una alternativa más cara, pero le brindaría al Canal de Panamá sostenibilidad a largo plazo, por un lado; y por el otro, le ofrece la posibilidad de controlar el volumen de agua", expresó Ricaurte Vásquez, administrador del Canal de Panamá, en su ponencia en un foro de la Semana de la Responsabilidad Social y Empresarial, organizado por Sumarse.
Vásquez sostuvo que la desalinización del agua del mar podría ser una alternativa para el almacenaje de agua requerido para la operación del Canal y el suministro de agua potable, toda vez que está ampliamente evidenciado el impacto del cambio climático en el Canal, pues en la última década se ha registrado una "disminución" permanente en el régimen de lluvias en el país.
Un modelo ya probado
El agua del Golfo de Panamá es el vital líquido para los residentes y los turistas que visitan la isla Taboga. La producción de agua potable solo dura la mitad del día o sea unas 12 horas diarias.La pequeña isla consume agua potable producida de agua del mar. En el lugar se mantiene una planta potabilizadora, pero no se extrae agua dulce de algún afluente.
La creciente demanda de agua y la disminución de los suministros de agua están exacerbando la escasez de agua en la mayoría de las regiones del mundo.
En la actualidad más de 1.500 habitantes y miles de visitantes de Taboga, una isla cerca del Golfo de Panamá, se benefician con la operación de la planta desalinizadora de la isla, diseñada y construida para una producción diaria de 250.000 galones de agua potable.
Este proyecto fue puesto en marcha con la finalidad de desarrollar la actividad turística del pueblo, ya que cada fin de semana unas 4.000 personas asisten al lugar a disfrutar de sus playas. El mismo fue desarrollado por Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible (Conades) y luego traspasado al Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan).
La principal función de esta planta es la de retirar la salinidad del agua y dejarla apta para el consumo humano, dentro de los parámetros y estándares de calidad nacionales e internacionales exigidos.
El Idaan mantiene en este momento un proyecto en su fase inicial para la instalación de una segunda planta desalinizadora.
"El proyecto tiene un costo de $15.7 millones y consiste en el estudio, diseño, construcción, operación y mantenimiento del sistema de abastecimiento de agua potable, sistema de alcantarillado sanitario y tratamiento de las aguas residuales de isla Contadora", señaló la institución. La planta desalinizadora trabajará por el sistema de ósmosis inversa.
"El mantenimiento de este tipo de planta es bastante elevado", así de puntual fue la entidad.
Los costos dependen del tipo o capacidad de cada una de ellas, por ejemplo, las membranas y filtros que se cambiaron días pasados, en la planta de Taboga, superó los US$90.000, adicional el concepto del agua de mar que corroe los equipos y accesorios de manera acelerada.
La planta desalinizadora de Taboga opera solo la mitad del día o sean unas 12 horas diarias. Los costos de producción "está por arriba de los 70 centésimos por cada mil galones", agregó la institución.
ONU advierte de los daños al ambiente
CóDIGO PENAL
Un estudio publicado, en enero de 2019, por científicos del Instituto para el Agua, el Medioambiente y la Salud de la Universidad de Naciones Unidas (UNU-INWEH), la Universidad Wageningen (Holanda), y el Instituto Gwangju de Ciencia y Tecnología (Corea del Sur) hacen una advertencia del uso de las plantas desalinizadoras.Los científicos analizaron datos recientemente conocidos y los más completos nunca recopilados de las más de 16.000 plantas de desalinización y descubrieron que la salmuera que producen, agua con una gran concentración de sal, es muy superior a lo calculado con anterioridad.
De acuerdo con las publicación las plantas de desalinización extraen 142 millones de metros cúbicos de salmuera, 50% más que las estimaciones anteriores, para producir 95 millones de metros cúbicos de agua dulce.
La salmuera a menudo incluye toxinas como el cloro y el cobre que se usa en la desalinización, indicó el estudio.
La salmuera puede reducir los niveles de oxígeno en el agua de mar cerca de las plantas de desalinización con "impactos profundos" en los mariscos, cangrejos y otras criaturas en el fondo marino, lo que lleva a "efectos ecológicos observables en toda la cadena alimentaria", señaló el documento.
CóMO FUNCIONA
ósmosis inversa consiste en aplicar presión sobre una solución de agua salada.Se hace pasar a través de una membrana semipermeable cuya función es permitir el paso del disolvente.
El disolvente (el agua) pasa a través de la membrana, desde el lado donde la concentración de sales es más elevada hacia el lado donde la concentración de sales es menor.
El resultado es que la parte de la solución concentrada se agota en favor de la dulce.
