Centroamérica & Mundo

Giammattei: Centroamérica no necesita armas ni vallas, sino 'muros de prosperidad'

En su paso por Panamá, el electo presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, habló con ‘La Decana' sobre seguridad, las relaciones con Estados Unidos y la urgencia de reformar el Parlacen.

2019-09-04

Por La Estrella de Panamá

Pese a la línea dura de Washington contra miles de migrantes que intentan cruzar sus fronteras, para el mandatario electo de Guatemala, Alejandro Giammattei, las agendas migratorias de Estados Unidos y la nación centroamericana pueden ser compatibles, al menos en la idea de que la gente no se vea obligada a huir de la pobreza e inseguridad de su país, una realidad que vive la mayor parte del Triángulo Norte de Centroamérica.

Marcado por la poliomielitis durante su infancia, médico y exdirector del sistema penitenciario guatemalteco, asumirá la presidencia de uno de los Estados más desiguales del mundo, el próximo 14 de enero de 2020, al cual el veterano político asegura, buscará transformar en un ‘país exportador' con ‘prosperidad'.

¿Cómo enfrentará la grave situación de seguridad que vive Guatemala y la región?

Tenemos que entrar en un programa de control territorial, especialmente en la frontera con México. Nos pasamos mucho tiempo cortando y fumigando (cultivos ilegales) cuando deberíamos desarrollar el cambio de cultivos, crear una zona económica especial, recuperar el control territorial en función del desarrollo fronterizo. Estamos vendiéndole la idea a EE.UU. de que empatemos agendas; yo entiendo la agenda antimigratoria de ellos, pero tiene que ir de la mano con el desarrollo. El problema de la migración en Centroamérica es estructural, no lo van a detener los muros de armas ni los físicos, sino los muros de prosperidad. Si no conseguimos que la gente tenga las condiciones básicas en el lugar donde viven, ellos no dejarán de irse.

¿Cómo sería ese ‘muro de prosperidad'?

Es la generación de oportunidades, donde tengamos una inversión para que la gente tenga trabajo, educación, salud, seguridad y vivienda; si esos cinco factores están garantizados, la gente no se va, es de lo que estamos hablando con México y EE.UU.. Comprendo la prisa del presidente (Donald) Trump, como un eje de sus promesas de campaña, pero esto (el problema migratorio) es el resultado de no hacer nada; ahora tenemos que hacerlo.

EE.UU. y Guatemala firmaron un acuerdo que en la práctica convierte a su país en ‘tercera nación segura', ¿Qué hará con esta situación heredada?

En primer lugar, de los pocos logros que tengo en estos 17 días de estar recorriendo y negociando por la región es que el ‘tercer país seguro' lo dejamos por un lado, lo hemos rebajado a un convenio migratorio exclusivo solo para salvadoreños y hondureños.

¿Pero ya está firmado el acuerdo con EE.UU.?

El acuerdo no va a ser para todas las nacionalidades del mundo. Lo que está firmado es un acuerdo marco, estamos trabajando en el convenio de implementación, es donde se circunscribe a qué nacionalidades y bajo qué términos, también cuánto es la aportación dineraria de EE.UU.. Allí encontramos la ruta para negociar.

Pronto visitará Washington, ¿se discutirá eso durante esa visita?

Sí, voy estar con el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton; estamos presentando un reconversión del combate a la corrupción, una de las cosas que quisiéramos se implementara con Gobiernos amigos en Centroamérica, no solo perseguir la droga, sino también al capital, combatir el crimen transnacionalmente.

¿Cómo planteará las relaciones con EE.UU., que amenazó con aranceles a Guatemala para firmar el reciente acuerdo migratorio?

Nosotros tendremos unas relaciones de respeto con todo el mundo, pero vamos a apostar por no tener todos los huevos en la misma canasta. Queremos unir a la región, somos un mercado de 50 millones de habitantes, hay que aprovecharlo.

¿Implicaría mirar más al Sur?

Sí, mirar más al Sur y a Europa, hay que aprovechar la salida del Reino Unido de la Unión Europea con el brexit (...) nos abre un mercado interesante, hay cosas que podemos y debemos hablar como región.

¿Eso incluye discutir sobre el Parlacen?

Sí, el Parlamento Centroamericano (Parlacen), lo reformamos o lo cerramos, esa es nuestra posición.

Usted habla de ‘darle más dientes' al Parlacen, ¿en qué sentido?

Es convertirlo en lo que debió ser desde un principio, un ente supranacional legislativo, un congreso centroamericano. Hoy por hoy, ¿quiénes van al Parlacen? ¿Los mejores de cada país? No.

El Parlacen ha sido una institución altamente cuestionada precisamente por eso último que menciona.

Es que no tiene sentido el Parlacen, porque es una institución que solo puede recomendar. Debe poder legislar normas vinculantes, con asuntos fundamentales como el de seguridad, homologando leyes sobre ese tema; lo ambiental también debe ser enfrentado regionalmente. Debemos entrar en un proceso de integración mucho más fuerte.

¿Y si esos cambios no se dan?

Vamos a denunciar el tratado y abandonaremos el Parlacen. Lo que nosotros queremos es que la reforma al parlamento sea una reforma al Sistema de Integración Centroamericana (Sica), volverlo un ente que funcione (...) no un lugar lleno de políticos trasnochados hablando de cosas que no tienen sentido y que no aterrizan en la agenda que tenemos que tener.

¿En esas conversaciones para integrar la región hablará también con el Gobierno de Nicaragua?

Estamos invitados por ellos a visitarlos, de hecho el Comandante (Daniel) Ortega me habló para felicitarme hace tres semanas y me invitó a Nicaragua.

¿Y con Venezuela?

Ningún trato con (Nicolás) Maduro, nosotros apoyamos al presidente (Juan) Guaidó, yo creo en la democracia. Espero que los países centroamericanos tomemos una posición muchísimo más definida en el Grupo de Lima y en los organismos multilaterales para presionar a Maduro y enjuiciarlo en la Corte Penal Internacional.

Cuando dice buscar nuevos mercados, ¿incluiría a China?

Nosotros no estamos cerrando las puertas a nada que le convenga a Guatemala, creemos que vamos a aumentar las relaciones comerciales con China, quisiéramos unas relaciones consulares, (pero iniciar) relaciones diplomáticas, creo que pondrían en alerta algunas alarmas que podrían ser de muchas presiones, pero vamos allí, despacio. Tenemos formas de llegar a China, a través de Panamá, por ejemplo.

¿Cómo visualiza las relaciones con Panamá?

Las quisiera extremadamente fortalecidas, somos las economías más pujantes de Centroamérica. Panamá y Guatemala no compiten entre sí, somos complementarios, todas las cosas que se producen en mi país en Panamá no se hacen, y viceversa, una situación que no nos sucede con otros países de Centroamérica. En el plano turístico es otro ejemplo de esa complementaridad, es una estrategia que se puede establecer entre gobiernos y empresarios de ambos países. Panamá es un socio comercial muy importante, por ejemplo, pueden enseñarnos cosas sobre el tema portuario.

América Latina se encuentra azotada por la corrupción, ¿cómo combatirá ese flagelo en Guatemala?

Se armará un programa nacional contra la corrupción, unificando el trabajo de la Contraloría de Cuentas, el Ministerio Publico, no solo el de identificar y encerrar al corrupto, eso ya lo hizo la Cicig (Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala), que bien o mal ya terminó (su mandato).

¿Qué pasará con la Cicig?

Pues metió corruptos a la cárcel, eso está bien, pero tuvo un problema, aparte de que generó mucha polarización a veces se equivocó (...) yo estuve en la cárcel por un hecho que no cometí, se equivocaron. Para mí el más grande error fue que agarran al corrupto, pero nadie corrige la fábrica de corrupción, el sistema nadie lo tocó. El problema de la justicia no es solo los jueces, también de la policía, el sistema penitenciario, es una cadena. (Con la Cicig) trataron de meterse en reformas a la justicia que superaban su mandato, era por ejemplo las reformas constitucionales (...) temas que ni siquiera estaban dentro de su jurisdicción.

Al salir la Cicig, ¿qué sigue?, la justicia guatemalteca continúa siendo cuestionada...

Estamos en proceso de selección de la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ) y yo esperaría que tendríamos una corte de justicia ad hoc , con la que se pueda trabajar de forma coordinada dentro de la separación de poderes. Vamos a fortalecer en todo lo que esté en nuestras manos el presupuesto de la CSJ, no puede haber democracia ni paz social si no hay justicia. Reformas a las instituciones buscando la asistencia internacional, pero con respeto a la soberanía.

Guatemala es uno de los países más desiguales del mundo, ¿qué propone ante este problema?

Con lo que hemos llamado el Plan Nacional de Innovación y Desarrollo, que fue lo que nos permitió ganar las elecciones. Establece la ruta que Guatemala debe seguir por los próximos 15 años. Primero vamos a establecer un modelo económico que atienda las causas de los problemas, el país nunca ha tenido un modelo económico, apostamos a ser un país exportador. La inversión en el tren rápido, un transporte que conectará los dos océanos, desde El Salvador hasta México, con 22 estaciones, cada una se convertirá en zona franca y de desarrollo industrial. Para lograr el desarrollo, necesitamos certeza jurídica y respeto a la propiedad privada, dos elementos básicos, y en eso nos vamos a enfocar. El que quiera invertir, que invierta; es la única manera en que vamos a tener el desarrollo humano.

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