Por laprensa.hn
'Hay delincuencia común, crimen organizado, que se envuelven en las caravanas. Utilizan a las mujeres y niños para generar compasión', dijo a la prensa Gustavo Rodríguez, coordinador de la Pastoral del Migrante de la Arquidiócesis de Puebla (centro).
Según el religioso, en fotografías que documentan el paso de las caravanas se observan ciertos personajes de manera reiterada.
'Muchos repiten (el viaje), muchos son coyotes (traficantes de personas) que vienen y que se infiltran, nos damos cuenta que hacen negocio, los acompañan y cobran en las caravanas', explicó Rodríguez afuera de uno de los albergues de la Arquidiócesis, que en total da refugio a unos 600 centroamericanos.
Como esta, varias caravanas con miles de migrantes han llegado a México desde Centroamérica con la esperanza de llegar a Estados Unidos y encontrar una vida mejor lejos de la pobreza y la violencia en sus países.
Desde noviembre pasado, miles de centroamericanos lograron llegar a Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, donde intentan pasar de forma clandestina o tramitar el asilo en Estados Unidos.
La inmensa mayoría de estas personas, procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, son familias con niños.
Puebla, ubicado a unos 120 kilómetros de Ciudad de México, es paso común para las caravanas migrantes, que se hospedan temporalmente en los varios albergues del estado, proporcionados principalmente por la iglesia católica.
Rodríguez advirtió que en las próximas horas se espera que los albergues de Puebla reciban a un millar de migrantes más en su paso hacia la capital mexicana y luego la frontera con Estados Unidos.
La semana pasada, la fiscalía estatal informó que un hondureño de 33 años fue detenido portando una arma larga y un chaleco antibalas durante un operativo para rescatar a una víctima de secuestro. Según las autoridades, este hondureño resultó herido en el operativo y había entrado a México en una caravana.
'Por unos pagamos todos', lamentó Giovani Flores, un hondureño que viaja en la caravana que pasa por Puebla.
'Hay delincuencia común, crimen organizado, que se envuelven en las caravanas. Utilizan a las mujeres y niños para generar compasión', dijo a la prensa Gustavo Rodríguez, coordinador de la Pastoral del Migrante de la Arquidiócesis de Puebla (centro).
Según el religioso, en fotografías que documentan el paso de las caravanas se observan ciertos personajes de manera reiterada.
'Muchos repiten (el viaje), muchos son coyotes (traficantes de personas) que vienen y que se infiltran, nos damos cuenta que hacen negocio, los acompañan y cobran en las caravanas', explicó Rodríguez afuera de uno de los albergues de la Arquidiócesis, que en total da refugio a unos 600 centroamericanos.
Como esta, varias caravanas con miles de migrantes han llegado a México desde Centroamérica con la esperanza de llegar a Estados Unidos y encontrar una vida mejor lejos de la pobreza y la violencia en sus países.
Desde noviembre pasado, miles de centroamericanos lograron llegar a Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, donde intentan pasar de forma clandestina o tramitar el asilo en Estados Unidos.
La inmensa mayoría de estas personas, procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, son familias con niños.
Puebla, ubicado a unos 120 kilómetros de Ciudad de México, es paso común para las caravanas migrantes, que se hospedan temporalmente en los varios albergues del estado, proporcionados principalmente por la iglesia católica.
Rodríguez advirtió que en las próximas horas se espera que los albergues de Puebla reciban a un millar de migrantes más en su paso hacia la capital mexicana y luego la frontera con Estados Unidos.
La semana pasada, la fiscalía estatal informó que un hondureño de 33 años fue detenido portando una arma larga y un chaleco antibalas durante un operativo para rescatar a una víctima de secuestro. Según las autoridades, este hondureño resultó herido en el operativo y había entrado a México en una caravana.
'Por unos pagamos todos', lamentó Giovani Flores, un hondureño que viaja en la caravana que pasa por Puebla.
