Unos 800 taxistas protestaron este lunes en la capital salvadoreña para rechazar el servicio de transporte Uber y exigieron al Congreso impedir que se le otorgue el permiso para operar, al considerar que se trata de competencia desleal.
Los taxistas se apostaron desde horas de la madrugada con sus automóviles de color amarillo en las calles que rodean la plaza Salvador del Mundo, en el oeste de la capital, desde donde partieron en caravana a la céntrica sede del Congreso.
'La situación nuestra ya es difícil con la competencia desleal de mucha gente que usa sus carros como taxis ilegales y hoy nos quieren meter el servicio de Uber a fuerza, y eso no lo vamos a permitir. No queremos más competencia ilegal', dijo a la AFP Joaquín Cortez, presidente de la Asociación de Taxistas Unidos de El Salvador (ATUES).
Los taxistas escribieron en las ventanas de sus vehículos consignas como 'No Uber' o 'Basta de taxis ilegales'.
De acuerdo al representante de ATUES, los conductores enviaron una carta a los diputados para 'solicitar que no se permita que Uber opere en El Salvador, pues eso acabará con el gremio de taxistas'.
'Queremos que nos dejen trabajar cumpliendo la ley. Los taxistas debemos pagar un permiso de operación, pagar placas especiales para los carros, seguros de daños, impuestos de circulación a las municipalidades y eso no lo cumple Uber', sostuvo Cortez.
Uber comenzó a funcionar en San Salvador a mediados de 2017, pese a no contar con permiso del gobierno, y ha extendido el servicio a otras ciudades de la periferia capitalina.
Según las gremiales del sector, al menos unos 7.000 taxistas están afectados por Uber.
Este servicio de transporte pone en contacto a conductores no profesionales, que usan sus vehículos para desplazamiento urbano, con clientes a través de una aplicación para teléfonos móviles.
