Remesas y exportaciones fueron los principales ingresos que mantuvieron a la economía salvadoreña en 2017 y por los que el país tendrá, al final de este año, un crecimiento estimado de 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB).
De enero a noviembre las remesas familiares alcanzaron los US$4.518.3 millones, es decir 10,1 % más, respecto al 2016.
Y solo en noviembre ingresaron US$406 millones en concepto de remesas, monto superior en US$31,2 millones (8,3% más) al valor registrado en el mismo mes de 2016.
De acuerdo con el Banco Central de Reserva, con estos ingresos, las familias salvadoreñas fortalecieron sus ingresos disponibles, al tiempo que estimuló la dinámica de consumo y ahorro, así como la producción de diferentes sectores económicos.
A nivel regional, otros países recibieron más dinero en concepto de remesas familiares como es el caso de Guatemala que alcanzó los US$7.471,9 millones en remesas, un crecimiento de 15,3% respecto al año anterior. Honduras, por su parte, recibió US$4.065,7 millones y creció a una tasa de 13,3%; según información de los Bancos Centrales de estos países, retomados por el BCR.
Las exportaciones fueron otro de los ingresos más importantes para el país este año. De acuerdo con las cifras oficiales éstas aumentaron más del 6%. Este año alcanzaron los US$5.244,42 millones, en comparación al año pasado cuando el país exportó un total de US$4.941,43 millones.
Los sectores de azúcar y textiles contribuyeron a estos resultados con incrementos de US$98,3 y US$63,4 millones, respectivamente; le siguen con aumentos arriba de los US$10 millones: maquinaria, equipos y suministros con US$13,1 millones, productos elaborados de la pesca (atún) US$10,6 millones y química de base y elaborados con US$10,2 millones.
Otros de los sectores que este año presentaron un buen desempeño económico en el PIB trimestral fueron Bienes Inmuebles y Servicios Prestados a las Empresas con un crecimiento de 3,9 %.
Por otra parte, la actividad de Industria Manufacturera y Minas aumentó 2,3 %; Comercio, Restaurantes y Hoteles, creció 2,9 %; Agricultura, Caza, Silvicultura y Pesca, 3,2 %; Transporte y Almacenamiento y Comunicaciones, 1,2 %; Servicios del Gobierno, 0,5 %; mientras que la rama de Servicios Comunales, Sociales, Personales y Domésticos registró un alza de 2,7 %.
Lo que también aumentó fue la deuda, pues hasta noviembre, ascendía a US$18.320,08 millones, marcando un incremento con respecto del año pasado de 5,28 %, lo que representa un 61 % del PIB del Sector Público No Financiero según explicó el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, en la presentación del informe económico 2017.
El funcionario detalló que con la reforma de pensiones se mantendrá una deuda sostenida en el 61 %, para los próximos 10 años, ya que si no se hubiera realizado esa reforma "se hubiera llegado a niveles arriba del 70 %".
Pero la deuda no solo es monetaria. El país quedó en deuda con la generación de empleos ya que actualmente el país demanda unas 35 mil plazas por año que no se completan en su totalidad.
Según la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), este año se perdieron 6.941 puestos de trabajo.
El dato es punto de choque para el Gobierno pues para ellos, lejos de perderse trabajos, se crearon 4.075 nuevas plazas.
Para el Gobierno las matemáticas de la ASI están equivocadas, ya que "basa sus afirmaciones en los datos sobre el pago de cotizaciones a la institución por parte de los empleadores y no en los datos sobre los trabajadores inscritos en planilla, que es mucho más preciso", aseguraron funcionarios públicos en conferencia de prensa.
Según las cifras de la demanda de empleos, la ASI recomienda que el Gobierno debe tener como prioridad para el 2018 la creación de políticas públicas que contribuyan a la generación de empleo.
Baja inversión
Sobre la inversión extranjera directa (IED) El Salvador obtuvo de flujo neto de US$436,1 millones, apenas 20 millones más que en el 2016, cuando llegó a los US$416,1 millones.Según los datos del BCR, el sector que más aportó con su inversión ha sido la industria con US$291 millones, luego otros como el sector eléctrico, que invirtió US$99 millones, el de comercio, con US$67,2 millones y el agropecuario, con US$13,4 millones.
Para El Salvador atraer inversión es otro de los retos que enfrenta, ya que según un informe que presentó la CEPAL este año desde el 2010 El Salvador es el país con menor atracción de inversión extranjera en la región, por debajo de países como Nicaragua y Honduras, que el año pasado se agenciaron US$888 millones y US$1.082 millones, respectivamente.
Para el sector privado la baja atracción de inversión extrajera directa se debe, entre otros factores, a que El Salvador es menos competitivo que otros países y a la falta de reglas claras en las políticas públicas para los inversionistas.
En la primera, influye la tramitología y el lento sistema de aduanas, según lo han señalado sectores como la Comisión Intergremial para la Facilitación del Comercio (Cifacil).
En la segunda, como lo señaló el presidente de la ASI, el Gobierno aleja a los inversionistas con acciones como el aumento del salario mínimo que realizó hace un año, sin la aprobación de la empresa privada.
El BCR asegura que la coyuntura económica local y las expectativas de aumento en la inversión, consumo, y la demanda externa, principalmente por las proyecciones económicas de Estados Unidos, hacen prever un crecimiento en torno al 2,4% para el cierre del año 2017.