La oposición nicaragüense consideró este jueves un 'desacierto' la decisión de la OEA de designar al uruguayo Wilfredo Penco al frente de la misión de observación del organismo para los comicios municipales del 5 de noviembre, por su afinidad con la izquierda latinoamericana.
La designación de Penco 'es un desacierto por sus antecedentes como acompañante electoral del CEELA, organismo que ha apoyado abiertamente a los gobiernos antidemocráticos de los países del ALBA', señaló el opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD) en un comunicado leído por su dirigente Violeta Granera.
La Organización de Estados Americanos (OEA) nombró el lunes a Penco, actual vicepresidente de la Corte Electoral del Uruguay, como jefe de la misión de observación del organismo en Nicaragua, sin precisar cuándo llegará y quienes integrarán su equipo de trabajo.
Según la oposición nicaragüense, Penco ha trabajado con el Consejo de Expertos Electorales de América Latina (CEELA), que responde a los intereses de los países miembros la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) liderada por Venezuela.
La FAD, integrada por políticos de la derecha liberal y disidentes sandinistas, estimó que el trabajo de observación de la OEA en Nicaragua será 'limitado'.
A la OEA le 'será imposible observar con eficacia un proceso fraudulento que está montado desde hace una década', señalaron en alusión al control que el partido de gobierno sandinista tiene sobre el poder electoral.
La OEA observará las elecciones nicaragüenses en calidad de 'acompañante', atendiendo una invitación del gobierno de Daniel Ortega, quien en febrero accedió trabajar con el organismo en el mejoramiento de su sistema democrático.
El acuerdo fue alcanzado a raíz de las críticas que generó la exclusión de la principal fuerza de oposición en las elecciones de noviembre pasado, en las que Ortega obtuvo su tercer mandato sucesivo.
'El próximo 5 de noviembre lo que viene es otra farsa electoral', insistió Granera en la rueda de prensa.
Las municipales de noviembre serán disputadas por el gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda) y al menos seis partidos de derecha y uno regional.
